Kyungsoo se bajó del autobús que lo trajo desde el centro donde estaba ubicado el cine. Se había demorado más de lo que calculó, así que apuró el paso porque Jongin debía estar ya en la puerta de su departamento, esperándolo. No quería demorarse más, porque sabía que Jongin estaba preocupado sinceramente por él y deseaba protegerlo ya que eran una pareja, estaban juntos. Porque Jongin lo amaba.
Al chico le costó subir las escaleras. No porque tuviera un mal físico, sino por la respiración agitada que le provocaban sus pensamientos y le costó meter suficiente aire en sus pulmones hasta llegar al edificio. Por primera vez entendió lo que significaba tener mariposas en el estómago. Jongin estaba parado cerca de su puerta con la mirada baja, las manos en los bolsillos y un pie golpeando repetida y suavemente contra el piso.
Tuvo la urgencia de lanzarse sobre el muchacho y comérselo a besos. Le costó mucho calmarse y no hacerlo. Cuando Jongin lo vio, lo recibió con una sonrisa enorme y se acercó para dejar un suave pico sobre sus labios como saludo. Kyungsoo giró la llave, abrió la puerta y le dijo adiós al autocontrol. El dueño de casa dejó todo en el piso y su invitado lo imitó. Luego, se acercó a su novio lentamente, a pesar de que su cerebro que exigía que se apurara. Con cada centímetro que avanzaba, su corazón latía más fuerte. Se detuvo cuando llegó a estar a milímetros de los labios de Jongin. Él, por su parte, esperó con paciencia a que su novio tomara la iniciativa que anhelaba.
Kyungsoo jugueteó con sus dedos por el cabello ajeno, mientras sentía la cercanía y el calor de Jongin, quien parecía estar rogando por su atención. Subió sus manos temblorosas hasta el rostro y el cuello de su novio, sintiéndose muy nervioso. Y no era el único, la respiración del otro muchacho parecía tan agitada como la suya. Kyungsoo se detuvo un instante antes de besar a Jongin, suspiró, y juntó sus labios haciendo que la desesperante espera de ambos acabara.
Jongin lo abrazó por la cintura y juntó sus cuerpos. Kyungsoo entrelazó sus manos detrás de su cuello y se puso de puntillas para alcanzarlo mejor y profundizar el contacto. El más alto de los dos lo atrapaba con más fuerza y lo besaba lentamente, disfrutando del momento y dejando de lado la urgencia inicial. Sus cuerpos necesitaban apoyo, así que se dejaron caer en el sofá de la mini sala. Kyungsoo cayó sobre el mueble y el otro chico lo utilizó de apoyo para poder continuar con su encuentro.
El más alto acariciaba la piel de su hyung con la mayor delicadeza, tenía una enorme sonrisa y el cuerpo incómodamente curvado, pero no le importaba. Kyungsoo se dio cuenta e hizo que Jongin se recostara en encima suyo. El peso, la presión, la sensación de las mariposas le hizo darse cuenta que no iba a ser capaz de contenerse. Entendió que Baekhyun tenía razón.
El amor de tu vida podría tratarse de un ser humano común y corriente que tenía la capacidad de poner el mundo de cabeza en un instante, de permitir que se hicieran cosas que antes se pensaba que no cera posible. Como Chanyeol hacía con Baekhyun, como Jongin hacía con Kyungsoo.
Ya no había más duda en su mente. Se sentía plenamente enamorado de Jongin y quería besar sus labios, su cuello y su rostro. Lo necesitaba. Pensó que daría todo y haría todo por él. Era capaz de aceptar y perdonar, era capaz de entregarse. No quería verlo con nadie más, no se veía a sí mismo como alguien más. Lo necesitaba en ese instante.
Estaban acomodándose cuando el timbre de su departamento resonó, seguido de unos golpes en la puerta. Kyungsoo se separó, asustado, mientras Jongin no podía disimular su frustración y su fastidio contra la persona que estuviera detrás de la interrupción. El dueño de casa arregló un poco sus ropas y se acercó para preguntar quien era. Cuando escuchó la voz de Baekhyun, abrió inmediatamente. Chanyeol lo acompañaba y parecían hablar entre ellos. Baek hizo a un lado con un pie los zapatos de Jongin para hacerle espacio a los suyos.
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Acéptame, acéptanos (Kaisoo)
FanfictionKyungsoo tiene una relación venenosa y necesita sentirse amado. Jongin tiene mucho amor que dar.