Capítulo 22: Amenaza

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Kyungsoo se tomó su tiempo para pensar en lo que había escuchado. A veces sentía que él y Jongin eran desconocidos que actuaban como si estuvieran enamorados porque se tomaban de las manos en público, ni tenían citas. Aunque era cierto que entro de su departamento actuaban como una pareja de verdad. Cocinaban, veían películas, se abrazaban, se tomaban de la mano, se besaban, todo lo hacían juntos. Había imaginado tantas veces esta situación, que jamás se imaginó a Jongin pidiéndole que fueran más lejos. Pensó que estaba condenado a entusiasmarse con el guapo muchacho y seguir un camino que lo llevaría con certeza a terminar con el corazón roto. 

Sin embargo ahí estaba, recostado sobre su cama en los brazos de su antiguo amor platónico, que le estaba pidiendo que se convierta en su amor contrariado. Estaba recibiendo una propuesta tan impresionante como presentarlo frente a sus padres como su novio. Le pedía aceptar una nueva relación al mismo tiempo que salía del clóset frente a su familia. Casi nada. 

–¿En serio quieres ir a mi casa y que te presente como mi pareja?– los grandes ojos de Kyungsoo miraron con sorpresa a Kai. Él se mantuvo firme, incluso ante la cara de asombro del otro chico y sus propios nervios. 

–Sí– confirmó decidido. Kyungsoo se incorporó y se acomodó, sin dejar de mirarlo con incredulidad. 

–Jongin esto es... no lo sé. Es decir, ¿por qué? Yo pensé que las chicas te gustaban más, me refiero a que recién terminaste con Mi Cha. ¿Y ella? Lo que quiero decir es que si voy y le digo a mis padres que somos... cuando en realidad todavía no sé qué somos. Es decir, yo...

–Kyungsoo– le interrumpió su invitado. –¿Qué soy yo para ti?– esa nueva pregunta dejó al dueño de casa sin palabras: ¿qué era Jongin para él?

Desde hace mucho que era su amor no correspondido. Lo veía como el hombre perfecto e inalcanzable que repentinamente se volvió su amigo. Se convirtió en una constante, ya que compartían mucho tiempo juntos. También era un niño mimado que rogaba atención a cada momento, que quería mimos y tiempo a solas. Era la única persona que podía convencerlo para cambiar de opinión. Jongin era Jongin. 

–Eres muchas cosas para mí, Jongin– respondió el chico intentando esquivar un poco la respuesta que no era capaz de dar. 

–¿Y qué clase de cosas soy? ¿Son buenas, son malas?– quiso saber con ansiedad. 

–No podría explicarlo con facilidad. Además, no entiendo muy bien a qué te refieres con esto. ¿Cómo responderías tú esta misma pregunta si yo te la hiciera? ¿Qué soy yo para ti?

–Pues yo diría que Kyungsoo es esa persona. 

Kyungsoo se sorprendió por la firmeza con la que Jongin hablaba al mismo tiempo que estaba realmente sonrojado. Le pareció que se veía aún más bonito con esa seriedad en el ceño fruncido y tan adorable con las mejillas rojas. Pero no pudo evitar avergonzarse también, ¿realmente Jongin lo consideraba esa persona?

***

Baekhyun regresó a la universidad con la cabeza en alto. Parecía más orgulloso que nunca. Avanzaba sin prestar mucha atención a las personas a su alrededor, incluso si intentaban hablar con él. Parecía estar a otro nivel. Simplemente no le importaba. Cuando llegó a su escritorio, encontró papeles y notas que no miró, se limitó a deshacerse de todo sin dedicarles una mirada. 

Sus compañeros eran realmente ingenuos, ¿pensaron que sería tan tonto como para perder su tiempo en tonterías? Estaba perfectamente consciente de que encontraría palabras tan o más hirientes que las que estuvieron en las paredes que, afortunadamente, ya habían sido pintadas para su tranquilidad mental y después de la denuncia de sus amigos. 

Acéptame, acéptanos (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora