Acéptame, acéptanos (Kaisoo)

Capítulo 26: Tengo miedo

Jongin observó con cuidado a su novio que estaba sentado cerca, intentando no llorar. Las marcas de la golpiza que había recibido eran evidentes y llamativas en su blanca piel. No se iban a quitar con facilidad. El chico se sintió enojado, frustrado e impotente. Quería ayudar a Kyungsoo a deshacerse de cualquier rezago de compasión o cariño que todavía sintiera por su atacante. 

–Kyungsoo hyung– le llamó. –Me pediste que te salvara. 

–Jongin...

–Tal vez no comprendas lo que esto significa para mí, pero yo voy a cumplirlo. Necesito que entiendas que para salvarte también tengo que ayudarte a tomar ciertas decisiones para que esto no se repita jamás. Kyungsoo, me preocupo por ti como amigo, pero también como la persona que me gusta. Te pedí que seamos una pareja porque en serio quiero esto. Deseo protegerte y ayudarte. Va a ser difícil para mí si no pones de tu parte. 

Kyungsoo alzó la mirada y sus ojos todavía se veían vidriosos. Jongin sintió ternura, la escena era muy triste. Se acercó con cuidado a él y lo abrazó con delicadeza. Tendría que ayudarlo a entrar en razón. Una denuncia a su agresor no era negociable. 

–Gracias por cuidarme y por todo lo que haces por mí, Jongin– susurró el muchacho, aferrándose a su pecho. 

–Muchas personas te cuidan, pero necesito que tú también lo hagas. No mereces sufrir por esto. Tú y yo merecemos algo mejor que esto. 

–¿Merecemos?

–Sí– respondió con seguridad. –Hyung, desde hace un tiempo tengo la sensación de que somos cercanos. Hemos sido buenos amigos que fingen no sentir nada, cuando en el fondo hay demasiado. Hay mucho más entre nosotros de lo que admitimos. Fue difícil para mí darme cuenta, pero no puedo evitarlo. Ya estoy enamorado de ti – confesó y Kyungsoo se aferró a él, porque aquellas palabras eran demasiado potentes. 

–¿Estás... enamorado? ¿De mí?

***

Chanyeol fue tras Baekhyun por el campus de la universidad. Su novio era rápido y le costó seguirle el paso. Quería conversar con él, pero el chico se negaba a hablarle. El gigante hizo esfuerzos para tomar su brazo y arrastrarlo a un lugar donde su escurridiza pareja no pudiera escapar. 

–¿Te das cuenta de que me estás secuestrando?– se quejó el mayor de los dos fastidiado. 

–Y tú estás haciendo las cosas difíciles para mí, Baekhyun– respondió el otro en tono serio. 

–Escucha, Chanyeol. En este momento no tengo ni tiempo ni genio para tus tonterías. 

–Pues yo tampoco. Sé que esto es horrible para ti, pero Cho Hee me está haciendo la vida imposible por una respuesta y sigue con sus amenazas. He intentado ser un buen novio y llegar a un acuerdo contigo antes de tomar cualquier decisión. Es algo que debemos hacer juntos, como pareja. 

Baekhyun tragó en seco y resopló. Chanyeol no tenía ni la menor idea de lo poderosas que podían resultar a veces sus palabras. Aquella madurez, aquella preocupación por su relación lo llenaba de orgullo, pero hacían las cosas aún más difíciles. 

–Tengo que pensarlo–se excusó el muchacho en voz baja.

–Lo sé, pero es hora de que dejes de pensarlo solo y que conversemos. Si soy honesto, creo que debemos decirle que se vaya con sus chantajes a la punta de un cuerno. Que diga lo que quiera, no tiene pruebas. Además, no creo que diga mucho, no le conviene– el chico se mostró satisfecho por la seguridad con la que decía sus palabras. 

–Chanyeol, los rumores maliciosos no necesitan pruebas. Ella, a diferencia de nosotros, no tiene mucho que perder– argumentó Baekhyun irritado. 

–Lo desmentiremos con nuestros actos y con nuestra indiferencia– propuso de inmediato el gigante.