Capítulo 30: Una mente enferma

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Cuando Minho se enteró del secreto de Kyungsoo se sintió inevitablemente extraño. Lo primero que se le cruzó por la mente fue el hecho de que había convivido tanto tiempo con una persona que, eventualmente, pudo sentirse atraída por él. Se llenó la cabeza de todo el afecto y todos los cuidados que él mismo le había dado como un hermano mayor y que tal vez pudieron ser interpretadas como algo más

Después de compartir sus pensamientos con su novia y recibir un fuerte jalón de orejas, Minho intentó ser lo más racional posible. Se quitó todas las ideas negativas y prejuiciadas de la cabeza  y pensó en la manera en la que podía apoyar a su mejor amigo en lugar de juzgarlo. Nada había cambiado, tendría que dejar de lado eso de sentirse incómodo y no podía ni pensar en actitudes homofóbicas que pudieran ofenderlo de cualquier manera. Minho jamás haría nada que pudiera lastimar a Kyungsoo. 

Se sintió mal consigo mismo cuando se enteró que su amigo le confió su secreto para poder presentarle a Kang Dae. Su relación había sido un secreto para sus familias y el mundo en general. A pesar de que su reunión no se habló de su noviazgo, Minho estaba al tanto de que era su pareja y valió como una forma de apoyo a Kyungsoo.  

Ese día empezó la aversión de Minho en contra de Kang Dae. No le gustó en modo alguno como ese extraño trataba a su amigo. Su desconocimiento y su miedo de hablar sobre el tema con respecto a su especial relación le hicieron dudar y prefirió no intervenir. Fue tan amable como pudo sólo porque Kyungsoo se veía feliz y enamorado. 

Esa felicidad no duró mucho tiempo. Las cosas se volvieron incontrolables cuando Minho notó que su amigo dejó de confiar en él, empezó a ocultarse y a mentirle. Algo malo estaba pasando con él. Por eso, la primera vez que el mayor de los dos encontró un moretón en la blanca piel de Kyungsoo, se puso como un loco. Nadie le había puesto un dedo encima antes y un completo extraño se había atrevido a ser el primero. 

Cuando el alto y musculoso muchacho amenazó con gritar y golpear a su novio, Kyungsoo le rogó y le lloró que no lo hiciera, que todo se trataba de un accidente y que él se encargaría de resolver el problema por su cuenta.  Minho entendió algo muy importante después de sufrir y sentirse impotente con respecto a la relación de su mejor amigo: sin importar nada, jamás se puede maltratar a alguien que se jura amar. Nunca se perdonó el no haber molido a golpes a Kang Dae para alejarlo de Kyungsoo. 

Si bien esa no era la solución, vivía con la preocupación constante de que el odioso sujeto pudiera atacar a su amigo, ahora que él intentaba tener una nueva vida, con otra persona a su lado. Minho confiaba en Jongin, algo que jamás pasó con Kang Dae, pero su situación tampoco le parecía favorable. Kai había tenido una novia antes y esa relación no terminó muy bien. Sin contar que sus gustos amplios disminuían las probabilidades de que el chico estuviera totalmente interesado en Kyungsoo eran más bajas. 

Cuando Baekhyun y Jongin citaron a Minho en el departamento de Kyungsoo para hablar sobre una posible demanda para Kang Dae, se sintió mucho más confiado y agradecido con ellos. Tenían suficientes pruebas para encerrarlo, sin contar con el hecho de que ya estaba siendo buscado por la policía. En la investigación del ataque contra Kyungsoo las huellas de Lee Kang Dae lo convertían sin duda en el autor material de la paliza que había mandado al muchacho al hospital. Tenían, además, testigos en el edificio. Sin contar que se lo podría considerar como un prófugo de la justicia. 

Las personas con cualquier tipo de trastorno psicológico presentan diversas características de la personalidad, dependiendo de cada caso. No siempre se les puede encajonar, porque cada individuo reacciona ante una situación determinada, dependiendo de las circunstancias y de su propia enfermedad. En el caso de Lee Kang Dae, a él se lo podía denominar como una persona violenta, posesiva, inestable y que manipulaba emocionalmente a personas más débiles que él.

Había golpeado repetidamente a Kyungsoo mientras fueron pareja, lo atacó poco después de terminar y había amenazado a Jongin y a un guardia de seguridad de la universidad cuando intentaron defenderlo. Con esos antecedentes, Kyungsoo tuvo que ser presionado por sus amigos y su novio para presentar una denuncia formal para obtener legalmente restricciones que limitaran los actos del agresor contra el muchacho. La mala noticia es que nadie sabía nada sobre él. 

El día del ataque, Kang Dae escapó de la escena porque pensó que realmente le había hecho un daño mortal a su novio. Como estaba aterrado, decidió tener una coartada y llamó a Minho para contarle una historia en la que pareciera que Kyungsoo se había hecho daño a sí mismo. Lamentablemente, según él, el chico sobrevivió. Entonces, decidió disculparse como siempre lo hacía y convencer a Kyungsoo de fugarse con él. En otras ocasiones tal vez hubiera funcionado, pero Jongin no estaba dispuesto a permitir que nada malo le pasara a su pareja. 

En la mente trastornada e inestable de Kang Dae habían dos posibilidades. La primera era convencer a Kyungsoo que era hora que se fueran juntos como siempre habían planeado, donde le prometía una vida llena de felicidad. Se juraba a sí mismo que nunca más se atrevería a tocarlo y se convencía de que sería capaz. Pero la realidad, ajena a la mente del chico, era que mientras más conviviera con Kyungsoo, más violento se pondría.

La segunda posibilidad era que Kyungsoo, al ser de él y de nadie más, tal y como había le había informado a Jongin, tendría que volver a sus brazos sin importar cómo. Si Kyungsoo decidía rechazarlo e irse con otra persona, Kang Dae no tendría más remedio que matarlo, para luego suicidarse. Porque una vida sin Kyungsoo no era una vida que valiera la pena.  Matarse solo no era una opción, porque entonces Kyungsoo se quedaría con alguien más, así que debía llevarse a Kyungsoo con él al más allá.

Las cosas, además de todo, se habían vuelto más complicadas, porque la policía lo estaba buscando. Estaba muy seguro de que tendría que enfrentar a Kyungsoo cuando nadie lo viera porque, seguramente, los lugares que tanto él como su novio frecuentaban, estarían vigilados. Kang Dae era todo, menos tonto.

Y culpaba de todo a Kai. De ese molesto chico que no sólo intentaba robarse a Kyungsoo, sino además le quería alejar de él, obligando a su Kyungsoo a tomar acciones legales en su contra. Tal vez era una mejor idea no sólo llevarse a Kyungsoo con él, sino también a ese tal Kai. Tal vez la mejor de las ideas sería matar a ese tal Kai, para que Kyungsoo regresara a sus brazos, desesperado. Porque así, Kang Dae sería el único en entender su soledad.

Acéptame, acéptanos (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora