{JACK}
Hace dos días que Crystal fue enterrada bajo la nieve y sigo igual de destrozado. Creo que nunca llegaré a recuperarme de esto.
Pero no puedo seguir enterrado en mi miseria. Tengo que salir. Tengo un asunto pendiente.Me dirijo al ayuntamiento de Yanna, un edificio alejado de la población al que no se permite la entrada a menos que tengas una cita o sea un asunto muy importante.
Allí trabajan todos los "peces gordos" de Yanna, las personas con más influencia y más importantes. Como yo.
Si se me requiere allí, es por algo, soy la cura, soy el que puede salvarlos a todos. Y voy a aprovechar esta oportunidad para hacer contactos entre ellos, en esta mierda de mundo lo mejor que puedo hacer es tener buenos aliados por si las cosas se tuercen en algún momento.
Tengo a un acosador detrás mía, estoy seguro, y hacer amigos que me puedan ser de utilidad me podría salvar la vida y la de los míos.Llego al ayuntamiento. Unos guardias que vigilan la puerta me dejan entrar de inmediato.
- Adelante, Jack Blair, te están esperando- me dice uno de ellos.
Paso con cierta inseguridad y me dirijo a un mostrador donde una mujer joven de aparentemente unos treinta años escribe en unos papeles.
- Buenas, vengo porque un juez me dijo que el alcalde quería verme- le digo a la mujer morena.
Me fijo en que lleva una placa con el nombre de Elsa Brown.
- ¿Nombre?- me pregunta sin levantar la vista de sus papeles.
- Jack Blair- le contesto y entonces alza su mirada hacia mí.
- ¡Ah, eres tú! ¡Sígueme!
La mujer se levanta de su asiento y comienza a caminar, la sigo.
- Has tardado en venir...- me dice.
- Tenía que tomarme mi tiempo- le digo.
- Sí, claro- me contesta mientras subimos unas escaleras hacia la segunda planta.Por el camino me encuentro al juez que me atendió el día que salvé Yanna.
- Hombre, por fin, ya nos creíamos que no ibas a aparecer- me dice el juez-. El alcalde te espera arriba. Ah, por cierto, soy Abel Moore.
El juez, Abel, me tiende una mano y acepto el apretón de manos.
Luego, sigo a Elsa hasta la sala en la que me espera el alcalde.- Bueno, aquí te dejo, buena suerte- me dice Elsa y se da media vuelta.
Llamo a la puerta de la sala y una voz áspera me dice que pase.
Abro la puerta y me encuentro con un despacho y cuatro personas dentro, dos hombres con batas blancas, probablemente científicos, uno con un uniforme militar, un soldado, y el alcalde, un hombre mayor, sentado frente a su escritorio.
- Qué agradable sorpresa- sonríe el alcalde al verme-. Te estábamos esperando, Jack Blair. Adelante, toma asiento.
Serio y callado, me dirijo a la silla frente al alcalde y me siento.
- Déjame presentarte a mis amigos. Estos son Adolfo y Bill- me presenta a los que llevan una bata blanca-. Son los científicos que te atenderan si accedes a cooperar. Y ese de allí es Eddy- señala al soldado-. Es uno de mis guardaespaldas y accederá a acompañarte donde vayas si colaboras.
- No necesito un guardaespalda. Se supone que esta isla es segura- le digo al alcalde sin cambiar la expresión seria de mi rostro.
- Oh, por supuesto que es segura pero no para una persona tan importante como tú. Seguro que no lo sabes, pero ya está corriendo el rumor de que puedes ser la cura a la enfermedad que ha dominado el planeta y muchos querrán tenerte solo para ellos- me dice el alcalde.
- Espera un momento. Aún no he dicho si quiero colaborar. Tengo que escuchar las condiciones y todo lo que me pasará si accedo a hacer esto- le digo.
- Sí, claro, ahora iba con esa parte. Como podrás ver- el alcalde me entrega unos papeles-, no sufrirás daño alguno. Te someterán a algunas pruebas y demás pero jamás saldrás perjudicado. Y solo te robará un par de horas al día. Además, quedas libre de trabajar en otra cosa.
- Pero yo quiero seguir con mi trabajo- le digo.
- Por supuesto. Es opcional, si quieres seguir, adelante. Por cierto, tengo entendido que quieres ser forense, ¿me equivoco?
- Sí- le digo-. No solo forense, también quiero ser detective.
- Eso está muy bien- sonríe el alcalde-. Entonces, ¿accedes?
- Mmm...- murmuro pensativo-. Lo he estado pensando mucho pero sigo sin tenerlo claro. Me cuesta confiar después de determinadas cosas que me pasaron.
- Lo entendemos, de verdad- me dice el alcalde-. Pero esto no será igual. Ten en cuenta que la única desventaja será que te quite algo de tu tiempo. Sin embargo, hay una gran ventaja que sacarás de esto, puede que salves al mundo, serás un héroe.
- Yo no quiero ser un héroe- le digo serio.
- Por supuesto que no pero tampoco querrás ser un villano, ¿me equivoco? ¿Vas a dejar a toda la humanidad morir pudiendo hacer algo para remediarlo?
- Está bien- suspiro y firmo el contrato-. Aquí tienes, ¿cuándo empiezo?
El alcalde sonríe ampliamente.
- Mañana, después de que tengamos una charla más... personal...- me dice el alcalde mirando de reojo a los científicos y el soldado.
- Vale. Empiezo mañana, así que si tengo que tener un guardaespaldas, que sea mañana.
- Claro- asiente el alcalde y me tiende una mano-. Creo que no me he presentado, soy Nathan Fire.
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Apocalipsis Zeta - Parte 5: Yanna
Science FictionEn la isla nevada, Yanna, creen estar seguros, salvo los que acepten las misiones para salvar a la raza humana. Atacarán como nunca antes con un único objetivo: eliminar la plaga zombi de la Tierra. No será un proceso fácil ni rápido pero por algo s...