Apocalipsis Zeta - Parte 5: Yanna

VUELTA AL PASADO (I)

{LIAM}

Ian se ha adaptado bien en mi apartamento.
Tiene su propia habitación en la que puede hacer lo que quiera, puede drogarse allí si le da la gana pero no en el resto de la casa.
Llevamos una semana bajo el mismo techo y apenas hemos discutido, como pensaba que pasaría. Aún no me ha dado razones para echarlo de casa.

- ¿Todavía estás metido con El Contrabando?- le pregunto a Ian mientras almorzamos en el comedor.
- Sí. Ya sabes, es difícil dejarlo- dice mirando a su plato.
- ¿A qué te refieres, a las drogas o al grupo en sí?
- Ambos- dice.
- Pero quieres. Sabes tan bien como yo que quieres dejar El Contrabando.
- Sí- asiente Ian-. Tanto como tú. Pero si lo hago, me vigilarían muy de cerca y eso es algo que no me gusta ni un pelo.
- A mí tampoco. Pero ya estoy harto. Deberíamos hacer algo- le digo mirándolo.
- Ni de coña- dice negando con la cabeza-. Ni de puta coña. ¡¿Una rebelión?! ¡¿Contra ellos?! ¡Es una locura!
- Podríamos montar un buen plan y acabar con todos ellos, o por lo menos con los jefes. Míralo por el lado positivo, nos quedaríamos con toda la droga- le digo ladeando la cabeza.
- Suena tentativo pero, perdona que te lo diga, no se te da nada bien hacer planes. A mí tampoco. Y tú no has ido a Cambridge Bay, donde están los miembros más importantes del Contrabando. Tú no has visto todas las armas que tienen. Sí, como escuchas, no solo trafican con droga. Es algo muy grande, Liam, derrotarlos sería más difícil que acabar con el nuevo gobierno de los Estados Unidos- me dice Ian muy serio.
- Haces que de miedo- le digo-. Vale, no montaremos una rebelión, por lo menos hasta que reclutemos a más gente. Por el momento, seguiremos en El Contrabando, aunque solo sea como infiltrados. Hay veces que es mejor atacar desde dentro...

{RACHEL}

Ha pasado una semana y Andrew aún no se ha recuperado. Parece estar mejor pero sigue durmiendo a mi lado y lo oigo llorar todas las noches, al no tener a su otra madre a su lado.
Por otra parte, sigo sin saber nada de Zeth y Kat, nadie sabe nada, han desaparecido.
Lo único que sabemos, toda la isla lo sabe, es que se han encontrado sus huellas en una decena de cadáveres tirados en el mar. Los guardias los han buscado por toda la isla pero no han encontrado nada. Han huido. Sin dejar ni siquiera una nota.
Pero tengo la sensación de que volveremos a verlos. Algún día.

Alguien llama a la puerta de mi apartamento y miro por la mirilla.
No se ve ninguna cara, solo una capucha negra.
La reconozco al instante.
No puede ser otro.
Abro la puerta y Jack alza su cabeza.
- Hola- le digo con una leve sonrisa-. ¿Qué te trae por aquí?
- Visitar a mi prima. ¿No te parece motivo suficiente?- me dice.
- Bueno, hacía tiempo que no venías de visita- le digo dejándole paso.
- He estado muy liado últimamente- me dice refiriéndose a su historia con K.
- Lo sé. Han sido unas semanas muy duras- le sigo sentándome frente a él, en un sillón.
- Necesitaba hablar con alguien de confianza, alguien de toda la vida. Tú eres la única- me dice.
- ¿Y de qué necesitas hablar?- le pregunto ladeando la cabeza.
- Verás, esta semana de tranquilidad, he estado pensando mucho. No sobre el presente. No sobre el futuro. He estado pensando en el pasado- me dice serio.
- Jack, recordar el pasado no hace ningún bien...- le digo.
- Lo sé...- suspira mi primo-. Pero hay algo...
Jack baja la cabeza.
- ¿Qué?- le pregunto.
- Tengo asuntos pendientes...- me dice alzando su mirada-. Mis padres...
- No, Jack, no vayas por ese camino. Sabe Dios donde estarán tus padres ahora. No puedes hacer nada- le digo.
- ¡Pero por probar no perdemos nada!- me dice.
- ¿Perdemos?- le digo arqueando las cejas-. ¿Tú y yo?
- ¡Sí, Rachel, tenemos que volver! ¡Tenemos que volver a San Anselmo!
- No- le digo negando con la cabeza-. Ese sitio me trae muchos recuerdos de... ya sabes...
- Sí, ojitos azules- Jack rueda los ojos-. Tú también tienes asuntos pendientes. No sabes que ha sido de tus padres, puedes acabar con su sufrimiento en caso de... bueno, ya sabes... ¡Y luego están la familia de Alex y Roxanne, nuestra verdadera familia! ¡Puede que quede alguien vivo!
- Yo que tú no me haría ilusiones- le digo.
- Tenemos que hacerlo, Rachel- insiste Jack-. Será fácil, con mis poderes y tus habilidades, ningún zombi podría con nosotros. Ahora estamos preparados para volver, ahora es tiempo de acabar con nuestros asuntos pendientes.
- No lo sé, Jack...- le digo indecisa-. Ya había superado todo aquello, ya lo había dejado atrás. ¿Crees que es buena idea volver al pasado?
- No sé si es buena idea o no, pero yo voy a ir, contigo o sin ti. Ya sabes lo cabezota que soy, viene de familia, así que no intentes persuadirme- me dice levantándose del sofá.
- Está bien- le digo levantándome del sillón-. Iré. Iremos.