Apocalipsis Zeta - Parte 5: Yanna

ADVERTENCIA

{ZETH}

No.
Se acabó.
Tengo que irme.
Tenemos que irnos.
Tenemos que dejar Yanna.

Voy corriendo hasta el apartamento de Kat.
Llamo a su puerta y la pequeña Hope me abre a los pocos segundos.
- ¿Dónde está Kat?- le pregunto entrando en el apartamento.
- En la ducha- me dice Hope mirándome mal por haber entrado así, sin permiso.
- ¿Qué haces aquí?- me pregunta Kat, envuelta en una toalla, al final del pasillo.
- Tenemos que hablar. Es urgente- le digo echándole una mirada rápida de arriba a abajo.
- Voy a cambiarme, vuelvo en un minuto- dice y desaparece de mi vista.
Me siento en un sillón y la espero, moviendo un pie nerviosamente.
- ¿Qué ha pasado?- me pregunta Hope, notando mi nerviosismo.
- Nada, vuelve a tu habitación. Esto es entre Kat y yo.
La chica me mira mal pero acaba yéndose.

Poco después, aparece Kat con un conjunto blanco y negro, y se sienta en otro sillón, enfrente mía.
- ¿Y? ¿Qué es eso tan importante que tienes que decirme?- me pregunta.
- Nos han descubierto- le digo con los ojos muy abiertos-. ¿Te acuerdas de Eric y su gente?
- Sí, tiraste los cuerpos al mar, ¿no?
- Sí, y me aleje bastante para ello pero una patrulla submarina los han descubierto. Habrá sido hace unas pocas horas. Se dieron cuenta de quiénes eran y probablemente ahora estén analizando los cuerpos- le digo y Kat abre la boca, sorprendida, entendiendo la situación.
- ¡Sabrán que fuimos nosotros! ¡No borramos las huellas! ¡Yo te lo dije! ¡Tuvimos que haberlos quemado! ¡Tenemos que irnos, Zeth!- me dice con una mano en la frente.
- Sí, pero Hope...- le digo.
- Se viene. Ella va donde yo vaya. Además, aún creen que la tienen Avril y Elizabeth. Si me pillaran con ella, me castigarían, y no puedo dejarla aquí sola, a merced de la isla.
- Está bien, por mí no hay ningún problema. Lo peor es lo que hay fuera. No podemos quedarnos en medio del apocalipsis con una niña pequeña.
- ¿Y qué sugieres?- Kat se cruza de brazos.
- Tengo el sitio ideal. Independiente de los Estados Unidos y sus estúpidas leyes.
- No...- dice Kat negando con la cabeza-. Tiene que haber otro sitio. Hay más comunidades independizadas aparte de esa.
- Esa es la que mejor conocemos y por lo que vimos, seríamos capaces de vivir allí- le digo.
- A mí me daría igual, es más, me encantaría, ya te lo dije en su momento. Pero me preocupa Hope. Allí están sus padres. Las Montañas Rocosas no es seguro para ella.
- Un día u otro habría tenido que aclarar las cosas con sus padres. Podríamos ayudarla si quiere. Es lo mejor que podemos hacer, créeme. Puede que si se enfrenta a sus progenitores, los que le hicieron de su vida un infierno, deje de ser una psicópata...
- ¡Ella no es ninguna psicópata!- Kat golpea la mesa que hay entre nosotros-. Solo tiene un problema temporal... Confunde la realidad...
- No...- dice Hope, entrando en la sala de estar, había estado espiando la conversación-. No confundo la realidad. Estaba muy consciente cuando maté a Elizabeth. Y estoy lista para volver a ver a mis papis- sonríe la pequeña de lado a lado.
- Y entonces, ¿a qué esperamos...?

Llaman a la puerta y abro mucho los ojos.
- ¡Por la ventana!- indica Kat.
- ¡Pero Hope...!- le digo.
- Yo le ayudaré, ¡vamos!

Bajamos por unas ventanas de su apartamento.
Kat baja primero y luego Hope, para poder atraparla si se cae.
Bajamos con el mínimo silencio posible y echamos a correr.
No nos llevamos nada, no hemos tenido tiempo.

Corremos y corremos.
Llegamos al lugar donde pisamos Yanna por primera vez.
Allí está Abaddon, el crucero salva vidas. Tan majestuoso como siempre, pero inservible, ya no rescatan a más supervivientes, por lo menos hasta que haya más plazas disponibles donde vivir.

Le explico el plan a Kat y esta se dirige a Hope.
- Tú quedate aquí escondida. Cuando veas a todos esos tipos en el suelo, corre hacia nosotros- le dice Kat a la pequeña y pasamos a la acción.