EPÍLOGO

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{ANDREW}

Paso la página y sigo leyendo, con una concentración absoluta.
Este cómic está muy bien. Trata sobre cuatro justicieros que se hacen llamar Los Jinetes, tienen poderes y tratan de salvar el mundo de los malos. Ojalá fuera yo uno de ellos, ojalá pudiera ser como el líder, que puede controlar a las personas, a mí no me pasaría como a él, que una vez se volvió malo y utilizó sus poderes para hacer el mal, volviendo a las personas las unas contra las otras, yo lo usaría para salvar el mundo y ser un héroe, para destruir a los monstruos. Es lo que mi madre habría querido...

Cierro el cómic de Los Jinetes. Me doy la vuelta en la cama y cierro fuertemente los ojos.
Otra vez no.
Me golpeo en la cabeza con ambas manos.
"¡Fuera, fuera pensamientos, fuera!"
Pero no se van.
Siguen ahí.
La muerte de Jeff ante mis propios ojos y ahora mi otra madre... Mary... ni siquiera le he dicho adiós como debería...
Solo me queda Rachel, mi mami de pelo azul, pero no es lo mismo, no tenemos una conexión como la que tenía con Mary y con Jeff...

La puerta de mi habitación se abre de repente, interrumpiendo mis tristes pensamientos.
- ¡ANDREW, ESCÓNDETE, VAMOS!- grita Roberta, la vecina que se ha quedado cuidándome mientras Rachel asistía a su juicio.
- ¡¿Qué pasa?!- le pregunto algo extrañado por su repentina actitud.
- ¡No hay tiempo, bajo la cama, en el armario, donde sea pero escóndete!- me grita y sale corriendo, cerrando la puerta al salir.
- ¡Pero...!- grito y voy hacia la puerta.
Giro el pomo pero no consigo abrirla, la ha atrancado de alguna manera.
Voy hacia mi ventana y la abro. Levanto la persiana que estaba bajada y echo un vistazo al exterior.
¿Qué es lo que tanto le preocupa a Roberta?

Lo primero que veo que me llame la atención es una columna de humo a lo lejos y muchos helicópteros aterrizando en Yanna.
Luego me fijo en los hombres con capucha negra.
Armados hasta las trancas. Entrando en los edificios y sacando a mala leche a todos las personas que se encuentran para luego conducirlas a otro sitio.

Si el líder de Los Jinetes estuviera aquí podría ordenar a esas personas que pararan, que dejaran de infundir terror entre la población de Yanna, que abandonasen sus peligrosas armas.
¿Pero qué está pasando?
No entiendo nada.
Solo tengo miedo.

Se escucha un ruido fuerte, parece que han destrozado la puerta del piso y los hombres malos están entrando, porque Roberta empieza a gritar.
Pego el oído a la puerta de mi habitación.
- ¡¿Hay alguien más?!- grita un hombre.
- ¡Tenemos que sacarlos a todos para revisar la población, imponer las nuevas leyes y deshacernos de los rebeldes!- grita una mujer.
- ¡No, no hay nadie más!- se escucha a Roberta, muy nerviosa-. ¡Solo estoy yo! ¡Llevadme!
- ¡Revisad el resto de la casa!- ordena un hombre.

Los pasos se acercan, y también las voces.
- ¡NO! ¡NO!- grita Roberta-. ¡No hay nadie más, lo juro!
- ¡Quítate de en medio ahora mismo o me veré obligada a eliminarte!- amenaza la mujer mala.
Intentan abrir el pomo de mi puerta.
¿Qué hago? ¿Qué hago?
No puedo quedarme quieto.
Los Jinetes no se quedarían quietos, tengo que pensar como uno de ellos, tengo que salvarme, aunque sea haciendo algo que de mucho miedo, tengo que ser valiente, solo así se sobrevive.

Más golpes en la puerta y más gritos de Roberta.
Me dirijo a la ventana.
Miro hacia abajo.
Cinco pisos.
Pero parece más.
- ¡Que te apartes!- grita un hombre malo.
- ¡NO!- grita Roberta.
Entonces un disparo.
Cierro los ojos y me estremezco.
Roberta no grita más.

Aprieto los puños.
Miro hacia abajo de nuevo.
Golpean la puerta.
La aporrean.
Intentan entrar.
Y lo conseguirán.
Coloco un pie en el alféizar de la ventana.
Luego el otro.
Me tiemblan las piernas, los brazos, todo el cuerpo.

Tengo que hacerlo.
Tengo que hacerlo ya.
Tengo que ser valiente.
Como un Jinete.
Tengo que ser uno de ellos.

No queda mucha nieve debajo que amortigue mi caída.
Pero voy a hacerlo igualmente.
Inspiro el aire frío de la isla, de Yanna.
Inspiro y espiro.

Me dejo caer a la misma vez que derriban la puerta.
Cierro los ojos y sonrío.
Sonrío porque he sido valiente y he escapado de los malos.
Sea cual sea mi destino.

CONTINUARÁ...

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Bueno, mis queridísimos lectores, aquí se acaba otra etapa de "Apocalipsis Zeta". No sé para cuando tendréis la siguiente parte, solo puedo deciros que no pronto, aún tengo que acabar "Apocalipsis Zero", porque sus personajes tendrán un papel fundamental en la siguiente parte de esta historia, y quiero hacer de la próxima temporada algo mejor, por lo que me llevará un tiempo pensar en toda la trama y nuevos personajes que puedan aparecer. Lo único que puedo adelantaros de la siguiente parte es que habrá un salto temporal pero no como he hecho hasta ahora, que pasan semanas o meses, no, pasarán años. Y eso es todo, muchas gracias por haber seguido leyendo hasta aquí y espero que sigáis hasta que esta historia se acabe! ^^

Apocalipsis Zeta - Parte 5: YannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora