Apocalipsis Zeta - Parte 5: Yanna

GUERRA INTERNA

{RACHEL}

Llegó el día.
El día de mi juicio.
Unos guardias vienen hasta mi apartamento para asegurarse de que asista al evento.

Antes de entrar en la sala donde se celebra el juicio, me llevan hasta un despacho pequeño donde se encuentra Nathan.
Es la primera vez que lo veo en persona desde que llegué de San Anselmo.
He intentado contactar con él durante esta semana pero no me dejaban.

Me siento frente a él.
Me observa con una mirada de decepción.
- No me hubieras dejado ir- le digo.
- Aún así, debiste avisarme- me dice muy serio-. No sabes cuanto lamento todo esto, Rachel. En serio, me gustaría librarte de todos los cargos.
- Te recuerdos que eres el presidente, el poder para ello lo tienes- le digo.
- Entonces sería un presidente injusto. No excluimos de los castigos a nadie, ni siquiera a mi mano derecha. Sé que en el fondo me entiendes- me dice y asiento levemente con la cabeza-. No sé que será de ti, no voy a ser yo quien te evalúe porque en ese caso, no podría evitar darte favoritismo. Lo único que puedo decirte es que ojalá te defiendas bien. Me gustaría que siguieras siendo mi mano derecha, no confío en nadie mejor para hacerlo, con tanto potencial como tú, pero para eso debes convencer al jurado. Mucha suerte.
Nathan se despide de mí con un leve asentimiento de cabeza. Salgo de su despacho y me dirijo a la sala del juicio.

Comienza el juicio.
Sin Jack. Todos saben que desapareció y que no volverá, pero aún así me preguntan si sabía algo acerca de su desaparición. Les contesto que no, aunque sea una mentira.

Me recuerdan los "crímenes" por los que se me acusan, mentir y salir de Yanna sin autoridad, además de infiltrarnos en el avión de una misión a la que no estábamos destinados.
Acepto los cargos, no vale la pena negarlos, sería mentir más de la cuenta, y las mentiras tienen las patas muy cortas.
Me defiendo con la excusa de que Jack y yo teníamos asuntos pendientes en nuestra antigua ciudad y que era algo que solo nosotros dos podíamos hacer, algo que no concernía a nadie más. Me defiendo diciendo que encontramos a supervivientes allí y los salvamos. Un juez rebate lo que acabo de decir, comentando que varias personas murieron por el camino. Entonces Star pide subir al estrado como testigo. Me defiende diciendo que no fue nuestra culpa que Erwin, Linton y Louis murieran, que Jack y yo los salvamos al llegar en un momento muy difícil, con la nueva presencia de los corredores.
Luego mi abuela sube al estrado a defenderme, diciendo que no ha visto niña más buena y valiente que yo, que todo este juicio es una pérdida de tiempo, que soy una heroína, y que estos actos no se deberían poner en tela de juicio.

Los jueces debaten entre ellos.
Miro alrededor. Un montón de habitantes de Yanna me observan, Nathan entre ellos.
Nora se encuentra en un banco detrás de mi asiento, junto a mi abuela y mi prima.
Sonrío a la pequeña, a mi hermanita rubia, y esta me devuelve la sonrisa. Ya me está cogiendo cariño, poco a poco está aceptando que soy su hermana.
Mis ojos se topan con unos ojos grises, casi negros, al fondo de la sala.
Reconozco la cicatriz de su cara al instante.
Liam.

{LUKE}

Me gustaría estar presente en el juicio de Rachel, defenderla todo lo buenamente posible, pero ya había prometido que iría a otro evento y, de todas formas, Rachel no me necesita, no necesita a nadie, ella siempre ha sabido apañárselas sola.

Me siento en uno de los muchos bancos que han colocado sobre la escasa nieve que ya queda en Yanna, alrededor de un inmenso y precioso arco de boda.
Todos vamos perfectamente arreglados, con trajes de chaquetas y vestidos monísimos.
Todos esperamos al novio y la novia.

Primero llega Leo, con su traje de chaqueta negro. Se coloca ante el cura que oficiará la ceremonia.
Luego llega Muriel, con un precioso vestido blanco, a juego con la nieve.