DANLa puerta se abrió y me quedé en shock cuando vi la persona que entró por ella.
- ¿Bell? - Ella me miró, tenía los ojos hinchados y rojos. Por mi culpa.
Derrepente la habitación se quedó en silencio. Todos miraban a Bell quien empezaba a sonrojarse. Dio un paso, cerró los ojos y después dio otro.
- Creo que deberíamos salir - Susurró Vals a Cam, pero el silencio era tan fuerte que incluso yo lo oí.
Se fueron, al igual que Dana que salía con un par de lágrimas.
Me intenté sentar en la camilla, pero me sentía más débil que nunca con la presencia de Bell ahora.
- Bell - Susurré, ella acabó con la distancia, estaba a mi lado junto a la camilla.
- Hola - murmuró, acercó su mano y agarró la mía - ¿Cómo estás?
- Como una mierda - Apretó mi mano más fuerte - Esto me esta matando, quiero que acabe ya esta puta pesadilla. - Suspiré - Pero sobre todo necesito que me perdones. Por favor.
Se quedó en silencio mirando nuestras manos, cuando levantó la mirada hacía mí, descubrí que estaba llorando.
- Dan te he perdonado, desde el momento que decidir estar aquí. - Las lágrimas caía con fuerza por su cara - Solo espero poder estar tan bien como siempre de nuevo.
- Bell, antes de que supieras esto te dije que cuando pasara toda esta mierda quería estar contigo, y lo mantengo en pie. - Sonreí al igual que ella.
Me senté en la camilla y hice un gesto para que Bell se sentara a mi lado.
Se veía tan débil ahora mismo.
- El médico me ha dicho que cree que el resultado de la prueba es falso. - Sonrió animadamente.
- Lo es, tiene que serlo. - Moví mi mano hacia la suya y la uní. - Tenía miedo.
- ¿Por el bebé?
- No, por no poder hablar más contigo, miedo de que acabara el verano y te fueras y no saber nada más de tí, tenía miedo de que me olvidaras.
- Dan.. - la miré - Nunca podría desaparecer de aquí y olvidarte, no podría porque te quiero. - La empujé suavemente hacia mí y la abrace.
¿No os pasa que estáis mal y cuando alguien te abraza explotas a llorar?
Eso me pasó a mí, llevaba con un nudo dentro mucho tiempo, y lo desaté en brazos de Bell.
- Yo también te quiero, muchísimo - balbuceé como pude ahogado en mis lágrimas - Gracias.
Nos quedamos por unos minutos más así, abrazados.
Por fín la vida me sonreía.
Tenía a Bell aqui, conmigo.
La mentira de Dana estaba a escasos minutos para ser descubierta.
Y yo estaba bien, ahora sí.- ¿Qué vas a hacer con Dana? - Preguntó una vez que se separó de mí.
- ¿Sobre qué? - Eché mi brazo sobre sus hombros y ella apoyó su cabeza en mí.
- Sobre toda la mentira, el bebé.. - Se separó bruscamente de mí - Si quieres yo me puedo encargar, puedo hacerle alguna clase de tortura de las que siempre planeabamos Vals y yo contra su ex. Te aseguro que no son nada agradables. - Me eché a reír por su curiosa imaginación - Ey, no te rías, te lo digo muy enserio.
- Claro cariño, te creo - Mordí mi labio evitando que unas carcajadas salieran y ella me fulminó con la mirada.
- Daniel, ¿acaso quieres que las pruebe contigo? Sigue riéndote de mí y juro que lo haré - Intentó poner la voz más seria y firme que pudo, aunque sabía perfectamente que solo bromeaba, la miré dulcemente, se veía preciosa y adorable. - Ahora deja de mirarme así o me moriré.
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Estúpidos y Sensuales Vecinos.
Teen Fiction¿Alguna vez te han dicho que gritas como una nena? Y ahí empezó todo. ESTA ACABADA, PERO SIN EDITAR.