DANLunes, estaba de los nervios, en un rato iría a buscar a Dana para ir hacia el hospital para la cita con el médico, pensar en la ecografía me ponía de los nervios.
Por otro lado, me sentía como una maldita mierda. Bell no salía de mi mente ni un segundo, a cualquier hora y en cualquier momento los recuerdos de este tiempo colapsaban mi mente.
Haberla visto de esa forma llorar y diciéndome que le olvidara.. ¿Cómo quieres que te olvide si eres el centro de mi vida ahora mismo?Me sentía imbécil, ni siquiera habíamos llegado a ser novios y estoy peor que si nos hubiesemos casado.
Quería a mi pequeña fierecilla, pero nunca más será mía, ella no se dejará.
Dudo que quiera volver a saber algo de mí.
Estoy mal, triste, dolido.. No quiero ni imaginar como estará ella, soy un puto gilipollas.
Me encontraba tirado en el sofá muy frustrado y como no, pensando en Bell, hasta que un mensaje llegó a mi teléfono y me hizo revivir.
Era Dana. Ya podía ir hacia su casa.
De camino hacia allí intentaba conducir totalmente atento, no quería que nadie más sufriera por mis paranoias mentales.
Paré el coche y una muy feliz Dana iba acercandose. Fue inevitable mirarle la barriga, aún era plana. Mi hijo aún no había crecido.
No, no, no, chao pensamientos.
- Hola - dijo sonriendo una vez que abrió la puerta. - ¿Estás nervioso papá?
- Dana.. - Se acercó a mí para darme un beso pero me aparté rápidamente - ¿Qué demonios haces?
- Dan yo pensaba que.. - Su expresión cambió a una triste, que bien se le daba actuar, sigue así - Después de saber que serías el papá..
- Dana aún no tengo claro nada de esto. Déjalo. - Miré hacia otro lado, cerré los ojos y suspiré fuerte - Yo quiero a otra persona, ella ahora mismo me odia, pero la recuperaré. - Murmuré más para mí lo último que dije.
- ¿Có.. - No le dejé acabar porque puse la radio a un volúmen lo suficiente alto para no oirla, y después, empezé a conducir dirección al hospital.
El camino transcurrió en un incómodo silencio, ninguno de los dos hablaba, yo estaba metido dentro de mis pensamientos y ella miraba por la ventana tan dramática como siempre.
Una vez que llegamos, sin decir nada bajamos del coche y fuimos hasta la entrada del hospital.
- ¿Sabes dónde es? - Pregunté haciendo que Dana se girase y poder ver su rostro nostálgico.
- Sí, vamos -Murmuró.
Suspiré hondo y un tanto molesto por la situación, en ningún momento le prometí amor para que se ponga de esa manera.
Aunque se lo prometí a otra persona y ahora mismo ha acabado peor.
Fui tras ella y nos sentamos en la sala de espera de la consulta de ecografías.
Miré a mi alrededor, varias parejas esperaban también, mujeres mas mayores, otras más jóvenes pero ninguna adolescente, solo nosotros.
El ver a todo mi alrededor de futuros padres hizo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo, se veían felices, podías notar el amor, se querían, algunas estaban agarradas de la mano, algunos papás acariciaban las barrigitas de la futura mamá.
En cambio, nosotros, estábamos a una diferencia de una silla en medio vacía.
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Estúpidos y Sensuales Vecinos.
Fiksi Remaja¿Alguna vez te han dicho que gritas como una nena? Y ahí empezó todo. ESTA ACABADA, PERO SIN EDITAR.