Invierno de silencio.

19. Memorias

Narra Fabián.

Han pasado mas de 6 meses. Mi edad cambio. Deje de tener 15, tengo 16.
Han pasado muchas cosas en este tiempo, aibie salió del hospital.
Recuerda cosas de 1 año antes del accidente, ella cree que apenas llego a la ciudad, sus padres avisaron a todos de lo ocurrido y pidieron que la trataran como la "chica nueva".
Vamos en la misma escuela, no me habla. Talvez sea un desconocido para ella, o él chico que la mira todo él receso. Los doctores dijieron que recuperaría la memoria, pero que poco a poco, lo cual presenta un problema para sus padres. Ya que tienen que decirle que perdió si memoria y que la va a recuperar.

- ¡Duele, esto duele!.- Sollozó.

- Calma, calma- Responde Ruben.

-¿Sigue con lo mismo?- Pregunta ivana mientras toma asiento.

- Si. - interrumpo.
-No la supero, no lo are, es mi todo y yo lo era para ella, ahora no doy nada.
*golpeo la mesa*

-tranquilo, algún dia recuperara la memoria - contestó ivana mientras tomaba de su coca cola.

-¿Cuando sera eso? Pondrán pasar años.-

- ¿Se acerca su cumpleaños no? - Interrumpe Fabián.

- Si. -

-¿Que le darás? - Bromea Ivana.

-No lo se, tengo que hablar con sus padres para saber si puedo hablarle.

- Hazlo, mirala esta con sus amigas, pídele él número y empieza de nuevo.- Señala Ruben.

-No tío, no. No soy como todos que solo piden él numero de alguien, la conquistan, la besan tienen sexo y se van. Yo no.-

- ¿Quien dijo que lo aras? - Ríe.

- Te conzco, 9 años juntos.-

- Calla y vámonos - interrumpe ivana- tenemos clases así que dejen de pelear.

- Okay

Tomamos clases, no puse nada de atención. No tengo ganas de nada. Solo pienso en ella. Tengo que hacer algo rápido.

*Al día siguiente*

¡Sábado! Al fin.
No aguantaba estar a mi casa, así que salí a dar una vuelta.
Me senté en una banca y observe todo mi alrededor, vi una pareja de adolescentes como 2 años menores, estaban de la mano. Si, me recordó a Aibie y a mi.

Agache la mirada.
él mundo se volvía gris.
Unos pasos se acercaban lentamente. Sentí como se sentaba a mi lado, no volté para ver quien era.

- Hola ¿Te pasa algo? -

Su voz era conocida, era tan dulce. Era esa caja de colores que me hicieron pintar encima del gris.

Mis ojos se iluminaron, una sonrisa de oreja a oreja se tatuó en mi cara.

- Hola, Si la verdad si. - Respondí.

- ¿Que pasa? - Pregunto Aibie....