Continuación..
- ¿Que pasa? - Pregunto Aibie....
- ¡Espera! ¿Como me conoces? ¿Recuerdas algo? - Pregunté.
- ¿Que piensas que no he visto que te la pasas todo él recreo mirándome?
¿Recordar sobre que?.- Aa ya, no nada.
- ¿Y me dirás?
-¿Que?
- Sobre que te pasa.
- *Suspire* Perdí a mi novia.
- ¿La engañaste?
- No no jamas lo aria, es una historia larga.
- ¿Historia larga? O no quieres contarme?
-Larga, pero mejor vamos por un café, Aibie.
- Vaya, al parecer me espías.
-¿Porque?
- Conoces mi nombre y no te lo he dicho.
Mierda, la cague.
Actuaba tan natural que no recordaba que para ella era un desconocido.- Amigos, tus amigos me contaron. - mentí.
- Bueno, tiene sentido.
Nos dirijimos a una cafetería cercana, era un cafetería normal, nada de "Starbucks".
- Y ¿Que paso con ella? - Dijo rompiendo él silencio.
- Veras, un día unos tipos la secuestraron y en un intento de salvarla él tipo le golpeo en la nuca, haciendo que perdiera la memoria.- Resumí
- Oh, y donde esta ahora?
- Se fue de la ciudad, aún no se a donde.
Lo ultimo lo invente, no podía decirle que era ella mi "ex".
- ¿Algo mas? - Pregunto él mesero.
- no, gracias- Respondimos.
- Y cuentame de ti.- Entre en valor para preguntar.
- La verdad no se mucho, recuerdo poco. Mis padres dicen que tengo una enfermedad, voy a "terapias" pero nunca se que pasa conmigo. Mis padres lo ocultan, son extraños.-
- Ohh....-
- ¿Y cual es tu nombre? No conozco ni tu nombre, eres un desconocido.
Podrías violarme.- Dijo de broma."Desconocido" por alguna razón me dolió oír eso de los labios que alguna vez me besaron.
Y porque aceptaste venir conmigo si soy un desconocido? - Pregunté
No lo se. Me Inspiras confianza.- Respondió mientras daba un sorbo de su café.
-Mi nombre es Fabián Zeus Hernández y soy pervertido, pero no al grado de violar. -
- Vaya nombre. Y espero no lo hagas-.
- No lo haré.
- ¿Te cuento un secreto?-
- ¿Que? - Respondí nervioso.
- No me gustó él cafe-
- Ni ami - Reímos al mismo tiempo
Joder, esa risita tierna me hizo volver a enamorarme.
- Y si nos vamos ? - Pregunte.
- Vale, pidamos la cuenta.
Llame al mesero. Y pedi a cuenta.
Pero tuve que alejarme, ya que aibie no quería que pagara su café. Y lo tuve que hacer a escondidas.- Te dije que pagaría mi café-.
-Demasiado tarde- Respondí.
Salimos del café, intercambiamos números y regresamos a nuestras casas.
algo bueno hice hoy. Acercarme a ella.
Pero no tenia ni la mínima idea de que hacer.
¿La enamoraría de nuevo?
¿la dejaría ir?
No tengo ni la mas mínima idea.
Lo mejor es consultarlo con la almohada.
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Invierno de silencio.
RomanceFabián es un chico de 14 años, que se enamora de una vieja amiga la cuál se muda a Estados Unidos. Vive la vida de un adolescente normal. Pero cuando menos se lo espera ella regresa y el tiene otra oportunidad. Ambos pasan problemas críticos pero in...