Invierno de silencio.

22. Sharom.

Continuación.

Rumores - Respondo.
-¿Que tipo de rumores?-
-Los típicos, que hay algo entre nosotros.-
- Tenemos amistad.-
- Ellos creen otra cosa, pero no es él caso, corres peligro.- Susurro lo último.
- ¿Peligro? Jaja ¿Que va hacer, matarme? - Dice en torno sarcástico.
- Ese tío es capaz de todo-.
- Mejor me voy.- Dice parándose.
- Te quiero, Y no quiero que nada te pase.- Interrumpo su salida
- ¿Y por eso mientes? -
- No , miento ¿Porque piensas eso?
- Ángel no me a dado motivos para sospechar de él.

Una lágrima recorre mi mejilla, No confía en mi.
A los pocos segundos escucho la campanilla de la puerta, que sonó por su salida.
Pido la cuenta y pago. Y termino por salir del lugar.

Camino unas cuantas cuadras hasta llegar a una jardinera, me siento en ella y empiezo a sollozar.
Él clima nublado se acopla a la escena.

- Emmm ¿Hola? - Una voz dulce llega.
- Hola...- Limpio mis lágrimas, sin levantar mi cabeza que tenia agachada.
- Que te pasa? - Escucho como él pasto emite él sonido que se sento.
- No nada - Termino por subir mi cabeza - ¿Quien eres?
- Me llamo Sharom. Soy un año menor que tu .-
-¿Como sabes mi edad? -
- Te conozco, te llamas Fabián. No pienses nada malo, una amiga me contó de ti -
- ¿Amiga?¿ Quien?-
- Bueno, "Examiga". Creo no la conoces, se llama gabriela.-

¿Gabriela? Recuerdo una niña menor que yo, la vi un día en la secundaria. Era bonita pero nunca llegue hablar con ella.

-¿Es un año menor?
- Si.-
- Creo conocerla, pero es un gusto conocerte, y bueno creo que no hace falta presentarme. - Bromeo
- Jaja, no no hace falta. Y porque llorabas?-.
-No lo hacia
- Tus ojos rojos te delatan-.
- No quiero hablar de eso.-
- ¿No tienes confianza, Verdad?
- No, no es eso.-
- Mmm. Bueno mejor me voy-
- No no aguarda - Me levanto y la tomo del brazo, quedando a centímetros de distancia, algo en mi me decía que la besara, sus labios tenían un labial brilloso, transparente que me llamaban la atención, que mas me provocaban besarla.
Era mas baja de estatura que yo, unos 10 cm a lo mucho. Su cabello castaño y sus ojos cafes me ponían nervioso, sus ojos por dios, eran hermosos.
Dejando de pensar tome la decisión.....

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