What Should I Do? [Suga x Jin]

Extraños Sentimientos #2.

Se me encogió el corazón con fuerza al escucharla e increíblemente mi enojo se transformó en una sensación diferente ¿tristeza? Tal vez... no, yo nunca siento tristeza. Eso de de los débiles.

Una niña... sí, una niña de 8 años me había dicho lo que nadie se había atrevido en más de 10 años, o en algún tiempo de mi vida. Aquellas palabras eran verdad y yo lo sabía, pero... por algún motivo me molestaban hasta lo más profundo que lo fueran ¿por qué? fácil, soy una persona muy estúpidamente orgullosa y fácilmente irritable. Odio cuando me dicen lo malo que hay en mi, mis errores y lo que se supone que debo de hacer porque es correcto. Simplemente no sigo reglas.

Sin duda tenía el estúpido temperamento que mi padre... G-E-N-I-A-L.

Mamá la tomó de las manos cuando ChanMi la abrazaba escondiendo su carita en el hombro de mamá y se la llevó de la habitación sin decir una sola palabra. Creo que eso de los momentos dramáticos los aprendió luego de mirar tantos doramas.

Ignoré aquel hecho mientras mantenía la vista en ella y ChanMi hasta que estas desaparecieron por mi puerta, me giré a ver la ventana sin moverme de donde me encontraba parado intentando entender que rayos acababa de suceder exactamente. Habíamos peleado por un estúpido pedazo de papel y su contenido... no, habíamos peleado por lo mediocre que es mi vida; aunque mi debate mental no duró mucho ya que un suspiro pesado me hizo volver a la realidad. Para mi desgracia, mi hermano seguía ahí.

-YoonGi... -murmuró. Cuando no respondí continuó-. Ese... ese número si te lo dio alguien. Una persona real ¿verdad?

Quise maldecir de nuevo, pero esta vez me controlé.

-No, fue un estúpido alienígena que llegó ayer en su platillo volador al patio trasero. Me dijo que vendría a abdusir tu cerebro para ver si te quitaba lo idiota y te hacías más inteligente, aunque siendo sinceros dudo mucho que tengas cura de eso -mi sarcasmo no se hizo tardar.

Su expresión se hizo más fría y yo suspiré al rodar los ojos.

-¿De qué sirve decirte si o no? -me encogí de hombros, restando importancia al asunto-. ¿Qué finalidad tendría? en realidad ninguna -a pesar de que por dentro estaba destrozado, mi fuerte voluntad se mantenía firme.

La armadura haciéndose más y más fuerte.

-Bueno, déjame decirte que saber eso haría muy felices a dos mujeres que están allá abajo que te quieren mucho -lo miré con el ceño obviamente fruncido cuando él extrañamente estaba sonriendo en mi dirección ¿Cómo era posible que cambiara tan fácil de humor? Maldito bipolar-. Y no solo a ellas.

Aquel tema me pareció de lo más absurdo y tomé mi ruta de escape. Ese tipo de charlas eran sumamente incomodas.

-Lárgate ya, no te perdonaré que sigas entremetiéndote en mis asuntos ¿oíste? No vuelvas a entrar aquí a menos que yo te de permiso o muera... largo de aquí -señalé la puerta.

YoungMi suspiró derrotado, aún con aquella sonrisa en su rostro. Muchas veces me asombraba que pudiese estar sonriendo o manteniendo sus labios en aquel estado a pesar de la situación. Era en verdad muy molesto...

-Lo entiendo y ¿sabes algo? -eso lo dijo ya desde el umbral de mi puerta-. Deberías de llamarle. Debe ser una chica muy hermosa.

Y sin más salió cerrando la puerta.

Mis ojos rodaron con fuerza y suspiré lo más pesado que pude, la frustración se apoderaba de mi cuerpo con cada segundo. Me pase las manos por el cabello y finalmente me deje caer de espaldas en mi cama con los pies colgando por un lado de esta.

¿Por qué mierda todos seguían metiéndose en mi vida? "Porque te quieren y se preocupan por tu bienestar." Sí, claro. Así como yo me preocupo por la paz mundial y de que nos vengan a invadir los marcianos. "Ya, YoonGi... deja el sarcasmo." Nunca.