Ayer mi familia se la había pasado admirando en secreto, o sea "acosando sin pudor alguno" a los nuevos vecinos a través de las cortinas semi abiertas durante todo el día. Era tan obvio y ridículo su comportamiento de acoso que me sorprendía que estos no se dieran cuenta de lo tontos que se veían. O mucho menos que los nuevos no se dieses cuenta igual.
Seguramente les pondrían algún tipo de orden de restricción en cuanto lo supieran.
—Deberían de ir y hablarles, estoy seguro que les darán su autógrafo y les dejaran oler su Lamborghini luego de que les besen el trasero —dije, salpicando de veneno a los tres que seguían por aquella ventana cuando yo mantenía la vista en mi celular. Mamá me arrojó algo que no supe que era hasta que lo levanté del piso luego de haberse estrellado con mis piernas. Era uno de sus zapatos.
A veces, era muy agresiva.
—Más respeto, jovencito —dijo ella alejándose de la ventana al señalarme. Rodé los ojos—. Sabes que no es normal ver un auto de esos por una zona como esta, mucho menos a personas tan pulcras y decentes como ellas.
—¿Y nosotros que somos? —aparte la mirada de mi móvil. Ella suspiró.
—Sabes de lo que hablo.
Me incorporé hasta quedar sentado en el sofá.
—¡Sí! Me haré amigo de ese chico y puede que así me deje subirme a su coche —dijo mi hermano con total emoción, aún mirando por aquella ventana—. Se ve que es de esos chicos nerd o frikis que se la pasan encerrados en casa jugando con sus teléfonos o consolas, sin ofender a los presentes —le fusilé con la mirada. Yo no era friki, tal vez nerd pero friki no. Los videojuegos no eran lo mío.
—Ellos también tienen una camioneta, para ser precisos una Mercedes Benz GLK.
—¿En serio? —YoungMi me miraba boquiabierto.
—Sí, ayer en la noche la vi aparcar en la cochera —solté como si nada, pues luego del Lamgoirghini nada más me sorprendía de ellos. Ya sabía medio mundo que eran prácticamente millonarios.
—¡Con mayor razón debo hacerme su amigo!
Decidí levantarme y volver a mi habitación para dejarlos con sus estupideces de acosar a la gente nueva. Me coloqué mis botas de cuero y una bufanda larga tomando mis audífonos junto a otras pequeñas cosas, baje luego de unos instantes para caminar a la salida. Mamá me detuvo al verme pasar.
—¿A dónde crees que vas?
Lo dijo sorprendida, no en forma de regaño ni mucho menos. En parte eso era agradable ya que no me cuestionaba mucho como lo hacía con el vago de mi hyung.
—Al parque a dormir un rato antes de la cena, ustedes son muy escandalosos y se que ni aquí podre descansar como se debe —decía mientras me colocaba mi abrigo sin mirarla.
Ella me miraba con una sonrisa en sus labios y su suave expresión ¿cómo lo sé? Porque la vi de reojo subiendo mi cremallera. Bajé un poco la vista antes de que me atrajera a sus brazos con cariño. Le correspondí. Vale, ya había dicho que sólo ella me hacía sentir bien y sonreír. Yo en verdad la amaba.
Me soltó y besó ambas mejillas como a un bebé, gruñí abultando mis labios.
—No soy un bebé, mamá.
—Para mi siempre lo serás.
Le sonreí antes de salir con aquel rumbo.
—¡Cuídate mucho! —le escuché gritar antes de que me pusiera mis audífonos.
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♫ Fly kedaeuga kajeengeoseun eopseodo
You Can Fly sarangee chagapge neol peoryeodo
You Can Fly ap'eungaseume soomee meojeodo
You Can Fly You got to fly sky high!
Nooneul ddeugo parabwado peecheun eopgo
Kkoomeul kkoomyeo saragado keereun meolgo
Nae ddeutdaerogado soomeul mora shwee-eottgo
Jeensheereul malhaedo toraseottjyo
Ajeekdo chatneungeoseul motchajattgo
Amoodo neoreul saranghajee mot'andago
Nagogame ppajyeodo Never die
Nalgaereul p'eego Let's go everybody Fly! ♫
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What Should I Do? [Suga x Jin]
Teen FictionAquel día salí a toda prisa al parque que estaba a dos calles de mi casa, mi corazón latía con fuerza mientras mis manos temblaban junto a mis piernas ¿por qué me sentía así? ¿por qué tenía aquella esperanza en mi pecho? ¿por qué? ─Porque ese chic...