16: Quiero montarte.

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Capítulo 16: Quiero montarte.

Narra Harry.

–Mmh. –Sentí cosquillas alrededor de mi oreja. Llevé mi mano a esta y luego escuché una risita. – ¿Louis? –Pregunté sin todavía abrir los ojos

– ¿Que sucede pequeño? –Dijo acariciando mi brazo.

Solté un bostezo y abrí un poco mis ojos. Todavía estaba oscuro y yo todavía seguía algo dormido. – ¿Qué hora es?

–Son casi las 3am. Harry... Te necesito. –Dicho eso él se apoyó en mí y pude sentir su erección.

–Son las 3 de la mañana Louis. –Y volví a cerrar mis ojos.

–Estoy nervioso, preocupado y enojado. ¿No quieres ayudar a que esté feliz?

Eso me hizo pensar en que tal vez, en verdad lo hago un poco feliz, como él a mí. Sí, él me hace feliz con el simple hecho de dejar que me quede aquí en su departamento, dejando que duerma con él y hablándome de esa forma y me da igual si yo solo lo hago feliz a la hora del sexo. Al menos lo hago feliz por unas horas.

Louis se subió a horcajadas de mí y comenzó a besar mi cuello.

Bien, ahora estoy despierto.

Mm, él se refregaba contra mi pene de una forma demasiado agradable. –Ohh, Louis. –Gemí

–Tomaré eso como un, sí te ayudaré. –Sonrió contra mi cuello antes de comenzar a mordisquearlo. Oh, estoy seguro que dejaría marcas.

Lo tomé de la cintura e hice que siguiera refregándose contra mí. Su trasero se movía contra mí pene y me encantaba. –Quítate la ropa Louis. –Él sonrió contra mi cuello y rápidamente se levantó para poder quitar su remera y ropa interior.

–Ahora tú pequeño. –Y sin esperar respuesta me desnudó en cuestión de segundos. –Esta noche quiero probar algo diferente.

–Q-¿Qué?

–Quiero montarte.

Oh dios, había olvidado como respirar. En ningún momento pensé que Louis fuera así de versátil ni que le gustaría montarme, pero la idea me excita de forma sorprendente.

Louis tomó mi mano y llevó dos de mis dedos a su boca y comenzó a lubricarlos. Sus mejillas se ahuecaban alrededor de estos y sus ojos me miraban fijamente, creo que podría correrme con esa simple imagen. Me pregunto qué habré hecho tan bien como para que la vida me presentara a Louis Tomlinson y sus sensuales labios, su increíble trasero, sus hermosos ojos y todo lo que es.

Quitó sus labios de mí y movió mi mano hasta hundir los dos dedos en su interior. Mmh, estaba tan apretado...

–Eres tan increíble Harry. –Dijo en un gemido

Hice movimiento de tijeras en su interior mientras disfrutaba sus pequeños y agudos gemidos, fue así durante unos cortos minutos hasta que sentí que estaba preparado.

Louis se apoderó de mis labios reteniendo un gran gemido de mi parte mientras se sentaba sobre mi pene. Llevé mis manos hasta su cintura mientras él apoyaba las suyas en mis hombros. Una vez que se acostumbró a mí tamaño sonrió y comenzó a mover sus caderas en círculos.

– ¡Ah! –Gritó. – ¿Te gusta cómo me muevo sobre tu gran pene?

–Mmh. –Asentí mientras cerraba los ojos y me dejaba llevar por el placer

– ¡Contéstame! –Volvió a gritar antes de llevar su mano a mi pezón derecho y pellizcarlo.

–Me-me encanta Louis... ¡Dios!

Sus pequeños movimientos pasaron a ser saltos desesperados, su culo se elevaba hasta la punta de mi pene y luego bajaba con fuerza haciendo que no dejara de tocar su próstata... Maldición esto es genial. El sonido de los agudos gritos de Louis y nuestras pieles chocando retumbaban en la habitación, ambos estábamos sudados y respirando entrecortadamente.

Cuando sus movimientos comenzaron a ser más lentos y una mueca se formó en su rostro, supe que estaba cerca de su orgasmo.

Llevé mi mano hasta su pene, acariciando la punta de este y eso hizo que gritara con más fuerza.

–Maldición Harry, ¡Más rápido! ¡Más rápido! –Gritó

Solo bastaron unos movimientos de mi mano sobre su pene y unos pequeños saltos de su parte para que terminara corriéndose sobre mi abdomen. Y al sentir las paredes de su trasero contraerse contra mi pene, no tardé en correrme en su interior.

✖✖✖

Me sentía sudoroso y con demasiado calor, pero no quería que Louis dejara de envolverme con sus bazos ni mucho menos despertarlo.

A noche fue estupendo. Louis fue el pasivo durante el sexo pero su personalidad demandante seguía estando ahí, sentí que podía controlarme con solo tocarme con un dedo y como siempre, fue él quien llevó las riendas mientras lo hacíamos.

–Harry. –Lo escuché susurrar, pero todavía no me soltaba. – ¿Estás despierto?

–Sí.

–Bien, déjame decirte que sudas como cerdo.

Solté una carcajada por su comentario. –Sí, buenos días a ti también.

–Estuviste increíble anoche, ¿Te dije que después de todo, me hiciste feliz?

Mi cara podría haberse partido por la enorme sonrisa que no pude evitar cuando él dijo eso. Estoy tan feliz. Luego de eso, susurró que debíamos bañarnos y sin dejar de sonreírle, ambos nos dirigimos hasta la ducha.

Protege Tu Territorio. [LarryStylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora