Rompiendo Códigos

Capítulo XII

Me paro en seco frente a la puerta de Ted para recuperar el aire. Había caminado unas 10 cuadras y eso para mi es demasiado.
Me adelanto unos pasos y toco el timbre de su casa. Sorpresivamente me abre el señor Di Fresco, el padre de Tedy.

- Hola Melanie como te encuentras? -dijo algo seco mientras le daba una calada a su cigarrillo electrónico.
- Hola Señor, bien y usted?
- Perfectamente, y ya me canse de decirte que me llames Stan - sonríe levemente mientras hace señas para que pase.
- Esta bien, Stan. -sonrio aún mas y paso a su casa.

El padre de Ted era un hombre muy educado, serio y elegante. Alto, con los mismos rasgos de su hijo. Ojos cafés.
Stacy, su esposa, madre de Ted, murió hace aproximadamente unos 2 años. Logre conocerla. Era realmente hermosa.
Pertenecía al grupo de las personas que merecen ser eternas. La quería mucho. Pero un terrible choque de transito acabó con su vida. Era amable, cariñosa, sobre todo con su hijo único. En verdad que la quería.

Subo por las escaleras que dirigían a un gran pasillo donde se encontraba la habitación de Ted, la de su padre y un baño. Súper elegante todo.

Toco dos veces la puerta y desde adentro mi querido amigo indica que entre.

-Holaaaa -alargo mientras me tiro encima de el para darle un fuerte abrazo.

Estaba en pijamas que solo consiste en un pantalón de tela. Estaba sin camisa lo cual dejaba al descubierto sus tatuajes y su marcado cuerpo. Estaba guapísimo. Tenia el cabello desordenado y la cara lavada.

- Mermelada, como te encuentras? -dice correspondiéndome el abrazo mientras me da un beso en la cabeza.
- encima tuyo -bromeo.
- Ja ja muy chistosa -me empuja suavemente al otro lado de la cama.
- y? Que es lo que me tienes que contar?

Al instante note algo de nervios en su mirada. Su cara se volvió pálida y recordé la vez que vino a mi casa con ese mismo rostro emblanquesido.

- Ah, si -mira abajo - tengo que contarte algo de lo que ocurrió el viernes en la noche.
- Soy todo oídos.
- bueno -pausa- luego de que nos quedamos solos y yo te curaba el labio, comenzaste a decir cosas sin sentido -rie levemente - emmm no se como decirlo.
- ya sueltalo -dije muy anciosa.
- lo que quiero decir.. - lo interrumpo.
- sii -alargo- apurate que me mata los nervios.
- Nos besamos Melanie.

Ted:

Dios! Por fin le había dicho lo sucedido ese viernes y lo que me tenia rondando por la maldita cabeza durante estos días.

No es que sintiera algo por ella, pero tenia el derecho de saberlo.
El beso de aquella noche fue algo maravilloso. De todas las chicas que estuve ninguna besaba así, con tal pasión.
Recuerdo como su rostro tierno se acercaba a mi luego de decir cosas sin sentido.

Estaba muy linda.

Ese vestido entonaba perfectamente sus curvas.

Vi como, al contarle, sus ojos se abrían como platos. Que estará pensando en este mismo momento?
Dudo muchísimo que sienta algo por mi, más que el sentimiento de amigos.

Siempre me pareció guapa. Desde que la vi por primera vez iniciando secundaria. Y ahora con esa cara de asustada se veía realmente adorable.

- E-eh yo -ríe muy nerviosa- lo siento, estaba borracha y muy mal.
- si, claro -le digo un poco mas calmado- así que.. Que se siente ser besado por mi?
- eres un imbécil -golpea mi brazo izquierdo- me tengo que ir.
- por que no te quedas a cenar?
- Emm -alarga- mis padres me esperan.

Y sin poder contestarle, se levanta y se va de mi habitación y luego de mi casa.

Dios! Creo que la cague!