Sakuras

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Primavera. La época más colorida del año, en la que los bosques de cerezo pintaban su paisaje de un suave y hermoso color rosa.

El shinsengumi había tomado la tradición de ir a contemplar ese hermoso evento desde el año pasado. Ahora, pese a estar usando su uniforme, estaban descansando en uno de los mejores lugares del bosque, jugando, conversando, y disfrutando de la hermosa vista. Hijikata estaba de pie fumando, con la mirada perdida en una de las copas frondosas que se deshojaba con lentitud, ignorando a todos los hombres que estaban a su alrededor.

— ¿Vice-comandante?— Yamazaki estaba detrás de él, pero Toshiro no fue capaz de percatarse de aquel ni de su llamado. Así que sin responder, sólo saco el cigarrillo de su boca y exhaló humo gris.

Él no era la clase de persona que se aferraba al pasado, pero había situaciones en las que no podía evitar recordar.

A Mitsuba le gustaba esa época.

Casi siempre se perdía en los bosques de sakuras, y al buscarla ella estaba detenida mirando con suma atención los pétalos cayendo con lentitud y en espiral, ella solía decir que ese era el baile que los árboles ofrecían para recibir a la primavera.

Una vez él fue a buscarla. Estaba quieta frente a un enorme árbol en medio de todo ese rosado paisaje. Ella sintió la presencia ajena y se giró para verlo. En ese momento el contacto visual ya afectaba la velocidad de sus latidos pero ninguno apartó la mirada del otro. La Okita sonrío con suavidad y caminó hacia él para disminuir la distancia entre ambos.

"lo siento. Te tomaste la molestia de venir hasta acá" dijo aún sonriente, cómo si aquel hecho la hiciera feliz. Hijikata no respondió nada a aquello, sólo se mantuvo mirándola, y la chica hizo lo mismo. Mitsuba rió un poco, lo que obligó al samurái a cuestionar que sucedía. En ese momento la joven extendió su mano a él y por un momento creyó que acariciaría su mejilla... Pero no fue así. La castaña había atrapado entre sus dedos un pétalo atorado en el flequillo de aquel diciendo "Ahora podrá seguir bailando" y sin más, sopló con suavemente sobre aquella hoja rosada dejando que de nuevo se uniera a una danza con el viento.

Ahora el paisaje era similar al de aquella vez. Los pétalos caían, coloreando todo el lugar de un rosado que le provocaba un ligero dolor en el pecho. Apartó la vista del árbol que observaba y en ese momento fue capaz de ver a Mitsuba frente a él, de perfil mirando con una nostalgia reflejada en los ojos algún lugar distante.

El cigarrillo cayó de sus labios, y tras un parpadeo se dio cuenta de que acababa de confundir a Sougo con su hermana. Soltó un suave gemido y se talló los ojos con frustración.

Debía estar cansado. Lo suficiente como para haber empezado a alucinar.

Yamazaki, que aún estaba detrás de él, lo miró extrañado, pero sin atreverse a preguntar lo que sucedía. En ese momento el grito de un amigo los hizo mirar hacia el frente a ambos.

— ¡Comandante!— Exclamó Sagaru con la expresión azul al ver como Otae le daba un fuerte puñetazo en la cara a Kondo. Toshiro suspiró con fastidio y miró al grupo de personas que estaban cerca de ellos.

Lo que faltaba... Pensó y chasqueó la lengua meneando la cabeza. Los Yorozuya estaban ahí también.

Sin embargo, el más problemático de ellos no les prestaba atención. El hombre de la permanente plateada estaba a unos metros más al frente que todos ellos, acompañado del pequeño monstruo alienígena, seguramente hablando de alguna estupidez que hizo que el samurái de cabello plateado comenzara a acariciar la cabeza de la Yato con cariño mientras reia. Pero aquello no duró mucho, la niña giró los ojos y notó la presencia del Shinsengumi; Sin decir nada, se alejó de la mano de aquel hombre y camino a donde Sougo.

Lo siguiente, le pareció un flashback de sí mismo. La china frente a aquel sádico estaba en la misma posición que Mitsuba, y Sougo estaba en el lugar de él. Con una sonrisa (No tan agradable como la de aquella mujer) Kagura quitó un pétalo rosa del cabello castaño de Okita y se rió diciendo algo que Hijikata no pudo escuchar.

No veía más que la espalda del chico, pero podía imaginar que tenía una expresión similar a la de él cuando estuvo en esa misma situación. En su momento, Toshiro habia extendido el brazo hacia su amada, en lo que parecía que terminaría en un abrazo... Pero él se había reprimido, y al final solo habia quitado un pétalo de sakura atorado en el hombro de la Okita.

"Ahora podrá seguir bailando" musitó con inexpresividad mientras lo dejaba ir y miraba los ojos decepcionados de la castaña, que por un momento se había puesto nerviosa.

Creyó que Sougo sería tan estúpido cómo él. Pero se equivocó.

Si bien, estaba repitiendo exactamente sus acciones, ahora había hecho algo distinto. Después de extender su brazo hacia la yorozuya, no dudó en atraerla hacia él y abrazarla con fuerza.

Hijikata no pudo evitar soltar una risa seca y en ese momento apartó la mirada de aquel par. Claro, nadie sería tan estúpido como él. Después de haber quitado ese pétalo del delicado hombro de Mitsuba, se giró y se dispuso a regresar a casa, pero ella lo detuvo sujetando la manga de su kimono.

"So... Solo un poco" Pidió con voz suave mientras agachaba el rostro enrojecido por la vergüenza.

Resopló y sacó un nuevo cigarro, el cual colocó en su boca. Al momento de encenderlo, logró sentir una suave presencia recargándose en su espalda, y por un instante escucho la dulce voz de su amada diciendo "Solo un poco...".

Se sacó el cigarro y exhaló humo gris enfocando luego los ojos en el cielo azul.

En verdad debía estar cansado. Lo suficiente como para haber empezado a alucinar...


KU-Pyon: Bien, esta parte consistirá en un two-shot 7v7 xD Debo avisar que esta totalmente basado en un MAD de HijiMitsu/OkiKagu que me encanta <3 Se llama "Sakura" :3 Sólo escribí lo que ví en el video agregando un poco de mi cosecha :v

Espero les haya gustado y muchas gracias por leer :D


Gintama One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora