— ¿Que es esa cosa?— el pequeño niño de estimables 3 años de edad miraba con atención el interior de la cuna situada en esa habitación.
—«Esa cosa» es Kagura— respondió la mujer de cabellos rosas sueltos mientras le regalaba una sonrisa amable a su primogénito.
— ¿Es la cosa que estaba dentro de la barriga de mamá?— Kumui sonrío incapaz de apartar los ojos en el bebé dormido que apenas parecía tener cabello, sintiendo una impasible curiosidad por aquella diminuta criatura que recién conocía.
—Así es—asintió la señora sin dejar de sonreír, pronto extendió su delgada mano para acariciar el cabello que apenas se podía trenzar de su hijo y le reprendió— pero deja de llamarla «cosa», es tu pequeña hermana.
— ¿«Hermana»?—repitió el infante sin entender del todo aquel termino.
—Así es. Tu pequeña hermana... Tendrás que cuidar de ella ¿Entendido?
Kamui se giró para ver a su madre levantando ambas cejas.
— ¿Esa no es la tarea de mi papá?
La Yato mayor se mantuvo sonriendo aunque su mirada denoto tristeza.
—Tu papá siempre está ocupado—respondió acercándose para besarle la frente— es por eso que tú tienes que hacerte cargo de sus deberes aquí.
—Huh...— el niño puso una mala expresión que hizo soltar una ligera risa a la contraria.
— ¿Que pasa Kamui? ¿No quieres ser cómo tu padre?—cuestiono aún con gracia.
— ¡No!— el chiquillo se abrazó a su madre— ¡Un día se quedará calvo! Definitivamente no quiero ser cómo él.
La Yato rió nuevamente con delicadeza y terminó por cargar a su pequeño hijo de manera que ahora podía ver con más facilidad a Kagura.
—Gracias a ese futuro calvo estamos los tres juntos ahora ¿No crees que es maravilloso?
El pequeño hizo un puchero cuando regreso la mirada a su madre.
—Pero te dejo sola de nuevo...
La mujer negó suavemente con la cabeza mientras aún mostraba una sonrisa ligera.
—No es así. No estoy sola para nada—dijo ella pellizcándole la mejilla con cariño— Te tengo a Kagura ya ti—completó besando luego la mejilla de la que acababa de tirar— Eso es más que suficiente para mí.
El infante miró a la mayor y después regreso la mirada a donde su hermana menor dormía. Encaprichado por no poder verla activa en ese primer encuentro, él hizo un puchero y la miró feo.
— ¿Por qué no se despierta?— Cuestionó con reproche mirando a la bebé.
— Debe estar cansada.
— Pero si no hace nada...— Se quejó él inflando las mejillas.
— Los bebés siempre están cansados, Kamui— Ella le sonrió con cariño a su pequeño hijo, el cual a penas había aprendido a hablar con claridad, pero realmente sabia entender bien las frases.
—Hum...— Dijo él a modo de queja— ¿Y cuándo despertará?— Insistió estirando una mano con el afán de estar más cerca de la diminuta Yato.
— Se paciente ¿Tanto deseas que tu hermanita te conozca?
El niño miró a otro lado sonrojándose ligeramente.
— ¿Tiene algo de malo?— Cuestiono usando un tono un tanto evasivo, provocando una sutil risa en los labios de su bella madre.
— Claro que no, pero si no quieres que se despierte llorando tendrás que dejarla por la paz— Advirtió la dama con tranquilidad. Fue en ese momento que un par de nuevos ojos azules se abrieron, su tonalidad era similar al color del océano, iguales a los de su hermano mayor. Miro a su alrededor como confundida y no tardo en empezar a llorar a gritos.
Su madre tuvo que dejarlo nuevamente en el suelo para ahora cargar a la niña en llanto y comenzar a arrullarla con la intención de calmarla.
— Vaya... Vaya...— Dijo soltando un suspiro agitando con suavidad el pequeño cuerpo en sus brazos que parecía tener muchos pulmones.
— ¡Quiero verla!— Insistió Kamui tirando ligeramente de la falda del vestido chino de la mujer mayor— ¡Quiero verla!
La Yato, quien poseía una paciencia inmensa, mostró una ligera sonrisa y se inclinó de manera que sus dos hijos hicieron contacto visual por primera vez. Kagura, la pequeña que hasta hacia poco estaba llorando, detuvo sus gritos el ver a su hermano mayor. Kamui esbozo una suave sonrisa y extendió su mano para acariciar la suave mejilla.
—Parece que se llevaran bien— Pronóstico la madre de ambos mostrando una sonrisa más amplia.
KU-Pyon:¡¡Perdonen por la tardanza!! Acabo de salir de mi estresante semana de exámenes( 7u7 Según yo, no me lleve ninguna materia ) Pero en fin. ¡¡Agradezcoinfinitamente el apoyo!! :D Con solo 3 capítulos, este fic ya tiene 19 reviews,y en wattpad 21 votos nwn ¡En verdad me hacen feliz!({>*,
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