Más tarde Snape buscó a Lily para hablar de lo publicado en el profeta pero él notó que ella le huía. Si la veía por un pasillo ella se devolvía para no tener que toparse con él. Ella estaba molesta pero no con él sino con ese estúpido periódico que había querido desprestigiarla a ella y a su amigo ¿Cómo era posible que hubiesen inventado todo aquello?
Pero hubo un momento en que Lily ya no pudo seguir huyendo de él porque ambos se toparon el uno con el otro al cruzar por una esquina en un pasillo desierto. Ella apenas lo saludó fríamente y trató de seguir su camino pero Snape la detuvo cuando ella apenas hubo dado unos cuantos pasos.
—Lily, tenemos que hablar —dijo con un tono tajante.
—En otra ocasión será —respondió ella sin mirarlo.
—¿Por qué me has estado evitando? —preguntó él.
—No lo tomes a mal, Severus —dijo sin volverse siquiera—. Pero no quiero que nos sigan malinterpretando, acabo de concederle una entrevista a Xenophilus para El Quisquilloso allí aclaré todo lo que sucedió ayer.
—No tenías por qué hacer eso, Lily —respondió Snape poniéndose frente a ella para que lo mirara—. No nos debe importar lo que opine la gente, ellos de todos modos van a hablar aunque sepan que esa Skeeter es una farsante.
—Como sea, Severus —dijo ella ahora mirándolo a los ojos—. Ya concedí la entrevista para el quisquilloso y no me arrepiento.
—¿Por qué me llamas así? —preguntó él.
—¿Así como? —inquirió Lily.
—Severus —respondió él levantando una ceja.
Ella se encogió de hombros.
—Así te llamas, ¿no?
—¡Aja! —asintió el mago—, pero yo prefiero que me llames como siempre.
—¡Ay, Sev, por favor...
—Así está mejor —añadió el profesor—, ¿pero por qué estás molesta conmigo?
—Yo no estoy molesta contigo, Sev. Es solo que...
—Ya no quieres que seamos amigos —Snape terminó la frase—. Nunca pensé que le darías tanta importancia al qué dirán pero está bien, me alejaré si eso es lo que quieres —espetó antes de marcharse.
El tono de voz de Snape al hablar estaba cargado de tanta decepción que hizo que Lily se sintiera culpable, así que lo llamó y cuando él se volvió instintivamente se arrojó a sus brazos.
—No quiero que te alejes de nuevo, Sev —dijo la pelirroja estrechándolo fuertemente—. No quiero que te separes de mí nunca más. Eres mi amigo y te quiero mucho.
Él se sentía encantado entre sus brazos mientras le acariciaba el cabello. Cerró sus ojos disfrutando de ese momento. Se sentía con fuerzas para revelar en ese mismo instante lo que sentía su corazón, iba a decirle que la amaba pero apenas despegó sus labios para hablar cuando las palabras de Lily hicieron que él se tragara las suyas.
—Eres el hermano que nunca tuve
Él se despegó de ella por instinto.
—¿Qué pasa, Sev? Tú... ¿no me quieres? —preguntó ella entre extrañada y dolida.
—No, no es eso, Lily —se apresuró a explicar él—. Es solo que quizá tengas algo de razón, no es bueno prestarle atención al qué dirán pero tampoco es bueno dar pie a murmuraciones.
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¡Lily estás viva!
RomanceUna mujer despierta de un larguísimo letargo, aterrada y confundida ¿Qué pasará cuando se dé cuenta de que han pasado muchos años y que se perdió toda la infancia de su hijo? El mundo parece haber dado un giro de 180 grados en el mundo mágico y much...