Al día siguiente, todos estaban alarmados en Hogwarts debido a que Harry nuevamente estaba experimentando un dolor abrasador en su cicatriz, al igual que los ex mortífagos que sentían que les escocía el antebrazo izquierdo. Todos sus amigos estaban alarmados en el gran comedor, cuyo techo reflejaba un cielo completamente nublado, de un intenso color gris. Aunque Harry no había tenido más sueños premonitorios con Voldemort aquel dolor abrasante en su frente era la prueba inexorable de que el mago tenebroso se disponía a atacar y que su furia iba en aumento.
—Tengo una horrible sensación —expresó Lily.
—Yo también —agregó Harry.
—¿Qué quieren decir? —inquirió Sirius.
—Es como si Voldemort estuviese muy cerca, como si el momento de cumplir la profecía fuese ahora mismo —explicó Harry.
—¡Ay no! —exclamó Neville.
En ese momento entraron Remus, Nymphadora y Moody, toomando asiento junto a ellos en la mesa de Gryffindor, y mientras desayunaban expresaron sus opiniones con respecto a lo que sentían Lily y Harry.
—No creo que él se atreva a pisar Hogwarts —comentó Ginny.
—No seas ingenua, pequeña Weasley —dijo Alastor—, nunca deben subestimar a Voldemort —dijo esto último recorriéndolos a todos con su ojo mágico mientras masticaba una rebanada de pan tostado que había untado con mermelada de fresa.
—Pero Harry aun cuenta con la protección que Lily le proporcionó con su sacrificio, ¿no es así? —preguntó Hermione.
—Pues no exactamente —respondió Snape junto a Lily, todos se le quedaron mirando, estaban callados esperando a que él continuara pero luego Sirius habló:
—¿No se supone que esa protección funciona hasta que Harry cumpla los diecisiete años? —dijo el animago.
—Verán, efectivamente se creó una protección entre Lily y Harry pero una vez que ella regresó físicamente junto a él y él abandonó la casa de los Dursley con la convicción de no volver nunca más, dicha protección se rompió. Dumbledore me lo comentó ayer e iba a decírtelo hoy, Harry.
—¡Dios mío! —exclamó Lily con miedo—. Pero si es necesario volveré a interponerme entre él y tú, no dejaré que toque uno solo de tus cabellos —dijo esto último con determinación.
Severus y Harry la abrazaron.
—¡Yo no quiero eso, mamá! —dijo el muchacho aterrado ante la sola idea de perder a su madre.
—Ya te lo dije una vez, Lily —confirmó Lucius—. Esta vez cuentan con nosotros. Al ser ex mortífagos tenemos ventaja.
—¡Gracias! —exclamó Lily.
—Sí —confirmó Narcisa—. Conocemos todos los métodos de ataque del señor... de Vol... demort y sus mortífagos.
—Podrían resultar de mucha utilidad —comentó Alastor Moody—, pero no deben subestimarlo para nada, él es muy impredecible.
—Sí, pero nosotros así como estamos ahora, juntos, somos invencibles —dijo Nymphadora recorriéndolos con la mirada.
—Eso suena muy bien, cariño —comentó Remus—, pero ya lo hemos discutido antes, tú no pelearás.
Ella esbozó una mueca de fastidio y resignación.
—De todos modos somos muchos los que estamos dispuestos a combatirlo —añadió Frank Longbottom.
—¿Cuándo creen que atacará? —preguntó William con cara de asustado.
—No lo sé —respondió Harry frotándose la frente—, pero siento que ha de ser muy pronto, puede ser dentro de pocos días o mañana mismo, no lo sé con precisión.
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¡Lily estás viva!
RomanceUna mujer despierta de un larguísimo letargo, aterrada y confundida ¿Qué pasará cuando se dé cuenta de que han pasado muchos años y que se perdió toda la infancia de su hijo? El mundo parece haber dado un giro de 180 grados en el mundo mágico y much...