En la habitación de la sala común de Gryffindor, Harry daba gracias a Dios por que los demás chicos se encontraran en las mazmorras con sus padres ya que él necesitaba estar solo. Estaba sentimentalmente destrozado. Durante los últimos meses se había dado cuenta de que Snape sentía algo por Lily, era evidente, aunque tratara de ocultarlo: su forma de mirarla, de tratarla, su insistencia en permanecer siempre donde ella estaba; pero ahora se había dado cuenta de que Lily también le correspondía ¿Cómo fue capaz ella de hacer eso? ¿No se daba cuenta de que Snape era un bastardo que le había hecho la vida imposible a él desde que llegó a Hogwarts? ¿Dónde quedaba James en todo aquello?...
Es cierto, James estaba muerto pero aún así Harry consideraba que su madre debía guardarle fidelidad aun después de la muerte, sabía que desde algún lugar James estaba esperando a su esposa para reunirse junto a ella algún día, pero ella en cambio había preferido olvidarlo para andar con Snape, con Severus Snape, el enemigo de su padre.
Harry también sabía que a pesar de todo había sido James el que maltrataba a Severus en el pasado pero eso no le daba derecho a desquitarse de esa manera.
—¿Por qué, mamá? —se preguntaba Harry llorando mientras golpeaba furiosamente la almohada—. ¿Por qué permitiste que él te conquistara? Skeeter tenía razón.
De pronto el muchacho, dejándose llevar por la ira tomó su capa invisible, la envolvió haciendo un bulto y salió corriendo de la habitación, bajó las escaleras rápidamente, salió como un torbellino por el hueco del retrato y abandonó la torre de Gryffindor, dirigiéndose al vestíbulo del castillo.
—¿Adónde vas? —preguntó el señor Filch cuando Harry pasó violentamente por su lado, saltando por encima de la señora Norris—. ¡Hey Potter! ¿Hacia dónde vas?
Pero el conserje no obtuvo respuesta, así que volvió a interrogarlo mientras observaba como el chico, valiéndose de un Alhojo Mora, abría las cerraduras de las pesadas puertas de roble que lo conducirían al exterior del castillo.
—¡POTTER, VUELVE AQUÍ AHORA MISMO! —gritó el señor Filch—. Esto te costará la expulsión.
Pero el chico no le obedeció, en cambio continuó corriendo. Pasó junto a la cabaña de Hagrid y se fue directamente hacia el bosque prohibido. Los aurores de guardia solo vieron algo que se alejaba y quisieron salir en su captura.
—Es Potter —dijo el señor Filch a uno de los Aurores—. Por ahora no quiero alarmar al profesor Dumbledore pero será mejor que lo busquen, ese bosque es muy peligroso pero sobre todo en estos días.
Los dos Aurores que se encontraban junto a Filch en ese momento salieron rápidamente en busca de Harry, se transformaron en un denso humo blanco y volaron en dirección al bosque. Harry se había colocado la capa invisible por encima, de modo que a los Aurores les resultaba imposible encontrarlo. El muchacho corrió durante diez minutos hasta que un fuerte dolor en la frente lo hizo detenerse.
Los aurores, muy detrás de él, al ver que no lograban divisarlo decidieron regresar al castillo y avisarle a sus compañeros, y al Auror encargado de la guardia del castillo, es decir, Alastor.
Harry por su parte yacía tumbado boca arriba sobre el frío suelo que no estaba completamente cubierto de nieve debido a que las hojas de los árboles le dificultaban el acceso a los copos.
Harry se quitó la capa con un solo movimiento de la mano derecha, apenas podía abrir los ojos por el dolor de la frente pero se dio cuenta de que el alba comenzaba a despuntar pues por encima de las copas de los árboles se percibía un cielo teñido de azul oscuro y alrededor de él podían apreciarse mejor las formas de los árboles que tenía incluso más lejos debido a que todo se estaba tornando cada vez más claro. Cuando el dolor comenzó a aminorarse, otra punzada surgió de la cicatriz del muchacho. De repente el chico cayó en una especie de trance, se desmayó pero comenzó a percibir una visión:
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¡Lily estás viva!
RomanceUna mujer despierta de un larguísimo letargo, aterrada y confundida ¿Qué pasará cuando se dé cuenta de que han pasado muchos años y que se perdió toda la infancia de su hijo? El mundo parece haber dado un giro de 180 grados en el mundo mágico y much...