Hogwarts estaba irreconocible, muchas de sus imponentes atalayas yacían esparcidas por el piso, reducidas a un montón de escombros. Los hechizos que habían estado volando por encima de las cabezas por fin se habían detenido por orden de lord Voldemort.
Cuando Harry, Ron, Hermione, Lily y Severus salieron del muelle dónde se encontraban, contemplaron el castillo casi en ruinas. Los mortífagos habían desaparecido, entonces recordaron las palabras de Voldemort, aquellas que flotaron en el aire y que parecían ser emitidas por un altavoz. Él había dicho que esperaría a Harry en el bosque prohibido, pero ¿iría? ¿Harry Potter estaría dispuesto a ir?
—Harry ¿qué piensas hacer? —preguntó Ron hablando por los demás—. No irás a reunirte con él, ¿verdad?
—Por supuesto que no, Ronald —Hermione respondió por su amigo.
—Debo hablar con Dumbledore —fue la respuesta de Harry.
—Hijo, prométeme que no irás al bosque —pidió Lily aterrada ante la idea—. Sería una locura, no ganarías nada, él no se detendrá, únicamente quiere que te entregues. ¡No lo hagas, Harry!
—No puedo prometerte nada, mami, recuerda que soy el elegido —respondió él con sinceridad.
Ella lo miró consternada y él la abrazó.
—Busquemos a Dumbledore —propuso el niño que vivió.
—Todo estará bien —dijo Severus para que Lily no se preocupara.
Al llegar al gran comedor se sorprendieron muchísimo, estaba a reventar por una gran cantidad de heridos y al costado izquierdo yacían varios cuerpos inertes cubiertos por sabanas. Harry sintió mucho dolor con todo aquello pero lo que vio más adelante le heló todavía más la sangre.
La familia Weasley estaba congregada al fondo del comedor dónde antes había estado la mesa de los profesores, rodeaban a alguien que estaba en el piso. Ron se quedó paralizado cuando George salió corriendo y lo abrazó, su rostro estaba surcado por las lágrimas y nadie nunca lo había visto así. Los demás se miraban atónitos.
—¿Qué sucede? —preguntó Snape a George con asombro.
Pero cuando algunos se apartaron dejaron al descubierto la causa de tanto dolor y entonces lo comprendió todo. El resto de los Weasley estaba en el mismo estado que George. Ginny abrazó a Harry con fuerza, era la primera vez que el chico la veía llorar.
Fred Weasley estaba acostado en el piso con una herida en la cabeza. Molly estaba arrodillada a su lado mientras le acariciaba el cabello. El chico estaba vivo pero muy grave. La herida que tenía en la cabeza amenazaba con quitarle la vida de un momento a otro, respiraba con dificultad y su mirada era lánguida. Ron se acercó corriendo a él. Lily por su parte abrazó a Arthur sin saber qué decir.
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¡Lily estás viva!
RomanceUna mujer despierta de un larguísimo letargo, aterrada y confundida ¿Qué pasará cuando se dé cuenta de que han pasado muchos años y que se perdió toda la infancia de su hijo? El mundo parece haber dado un giro de 180 grados en el mundo mágico y much...