El lunes, durante el desayuno Dumbledore les anunció que no tendrían clases porque ese sería el día de recibimiento de los padres. Todos los estudiantes aplaudieron emocionados.
Ron continuó insistiéndole a Harry para que le contara lo que Hermione quería ocultarle mientras ella le huía a pesar de que el pelirrojo le buscaba conversación y ya estaba comenzando a relacionarse con Draco, pero para su desgracia Lavender Brown decidió sentarse junto a él aquella mañana.
—¿Puedo sentarme junto a ti, mi Ro Ro?
Él asintió de mala gana y a Fred se le atascaron varios copos de maíz en la garganta mientras trataba de disimular la risa. George le azotó ligeramente la espalda al tiempo que también reía.
La muchacha se pasó todo el desayuno acariciando el rojo cabello de Ron. Entonces Hermione no pudo soportarlo así que se levantó del asiento y se marchó. Pasó todo el día yendo de un lado a otro porque no quería encontrarse con nadie. Se fue a la torre de astronomía para estar sola. Después, cuando se cansó de la soledad se fue a visitar a Hagrid, luego se encerró en su habitación y finalmente cuando ya el crepúsculo comenzaba a acentuarse se dirigió fuera del castillo para sentarse frente al lago a llorar. De pronto sintió que alguien la tomaba por el hombro. Era Draco que decidió sentarse junto a ella para preguntarle qué le pasaba. La muchacha intentó mentir diciendo que no le sucedía nada, pero él que era bastante persuasivo y por lo tanto logró sacarle las palabras. Malfoy la abrazó tratando de consolarla.
—Quizá él solo está confundido, Hermione —le dijo—, o tal vez ni siquiera sienta nada por ella.
—Lo mismo me ha dicho Harry pero es que desde el viernes siempre los veo juntos. ¿No viste lo que pasó en la mañana en el gran comedor?
—Bueno, me dijiste que lo mismo pensaron él y Harry cuando tú y yo cumplíamos el castigo y ya ves, solo somos amigos.
—Pero Draco. Él la besó.
—Ya te lo dije, tal vez haya estado confundido y ahora se dio cuenta de que realmente no siente nada por ella.
—Pero en el gran comedor...
—Él no parecía muy a gusto que digamos —la interrumpió Draco.
Ella reflexionó en eso último. En ese momento Pansy pasó junto a ellos y les envió una mirada asesina.
—¿Y a ella qué le pasa ahora? —quiso saber Hermione.
—Nada —respondió Draco con una sonrisa triste—. Cree que tú y yo tenemos un romance
—¿Queeé? —exclamó alarmada, separándose abruptamente de él—, pero entonces tenemos que hacer algo al respecto. Tú me dijiste que ustedes habían terminado pero yo no sabía que era por eso. Tengo que hablar con ella para aclararle la situación —decidió la castaña incorporándose.
—No, Hermione, será inútil. He intentado hablarle pero ella no quiere escucharme.
—Pues a mí sí me va a oír.
Hermione apenas había dado algunos pasos cuando Draco la tomó por el brazo, haciéndola retroceder.
—Gracias pero tendrá que ser en otro momento —señaló hacia las puertas dobles de roble del castillo por donde salían centenares de alumnos encabezados por Snape y McGonagall—. Creo que ya es hora.
Draco y Hermione se unieron a los demás alumnos que estaban congregados frente a las escaleras de piedra del castillo. Draco se unió a Crabbe y Goyle y los llevó a donde estaban Hermione, Harry, Neville, los gemelos, Ginny, Luna y Ron.
Los gemelos estaban felices porque habían recibido permiso de Dumbledore para hacer uso de todo su arsenal pirotécnico para celebrar la llegada de los padres, así que cuando vieron acercarse la primera carreta lanzaron un petardo que al estallar en el cielo formó las palabras
ESTÁS LEYENDO
¡Lily estás viva!
RomansUna mujer despierta de un larguísimo letargo, aterrada y confundida ¿Qué pasará cuando se dé cuenta de que han pasado muchos años y que se perdió toda la infancia de su hijo? El mundo parece haber dado un giro de 180 grados en el mundo mágico y much...