Amor Inesperado. Jelsa.

Capítulo 3

***Elsa***

Eran alrededor de las 10 a.m. cuando he despertado entre mis sábanas color vino.

"Mierda...." He recordado que Jack me llamaría anoche, así que estiró rápido mi brazo hacia el mueble a lado de mi cama para tomar el teléfono, pero al ver la pantalla sin ninguna llamada perdida ni un mensaje, me relajo.

Me levantó para pasar a tomar una ducha a mi baño.

Al estar dentro puedo disfrutar del agua caer sobre mi cuerpo con suavidad y fluido.

Es tan tibia el agua que quiero poder quedarme todo el día aquí dentro, después la voz de Merida en mi habitación me desconcentró.

-¡Elsa! – Escucho como golpea la puerta de mi baño pero no trata de entrar sino sólo para informarme -¡Estoy preparando el desayuno! ¡No tardes!

-¡No tardo!

Tres minutos después estoy en mi habitación con mi toalla envolviendo mi cuerpo.

No tardo más de seis minutos cuando ya estoy lista.

Antes de salir de mi cuarto paso por el espejo de cuerpo completo, me detengo y observo mi vientre plano.

Llevo una mano sobre él mientras pienso que haré de mi vida con un bebé, aun no me siento lista pero lo que tuvo que pasar, pasó.

Merida está colocando unos huevos estrellados con tocino en dos platos.

-Huele delicioso – Le digo al momento de sentarme en la barra blanca de piedra pulida de la cocina.

-Lo he preparado con amor, esa es la razón – Dice al momento de tomar asiento.

Acercó dos vasos de vidrio para servir un poco de jugo de naranja para ambas.

-¿Cómo amanecieron?- Dijo Mer con una dulce sonrisa antes de tomar de su jugo.

-Amanecimos bien –Dije sonriendo mientras daba un bocado a mi desayuno – No me ha dado malestares hoy.

-O ahora.

Iba a contestar hasta que mi celular nos interrumpió con un nuevo mensaje.

Cuando lo abro veo que es un mensaje de Jackson.

"A la 1 estaremos en el doctor, para que te alistes"

Hago media sonrisa no muy convencida.

-¿Quién es?

-Jackson-Le digo al momento de dejarlo para continuar con mi desayuno –Ha dicho que me llevará al doctor.

-Oh –Mer dijo atenta a la donnut de fresa en el centro de la barra –Veo que no tomó tan mal lo de su ....hijo.

-No lo se Mer –Digo con la mirada baja – Cuando le dije sus ojos parecieron perdidos y acabados.

-Malo que no te hubiera apoyado.

-Lo hace por el bebé no por mí –Digo finalizando con mi última rebanada de tocino.

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Eran las 12:45 cuando ya estaba en espera de Jackson.

Observaba mis pantalones marrones con mi suéter blanco y botas cafés.

Recordé que tenía que llamar a mis padres pero antes de ir hacia las escaleras sonó el timbre de casa.

Tomé una bocanada de aire leve al saber de quien se trataba.