Capítulo 10

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Hola lectoras, vuelvo a decir que es corto pero es debido a las tareas y proyectos que tengo cargando, pero siempre trato de organizarme para todo.

Espero y les guste.

¡Gracias por leer!

***Elsa***

Miro cómo Jackson inflaba su pecho al respirar y cómo bajaba de nuevo cuando exhalaba. Se veía tranquilo, se veía......encantador cómo siempre.

¿Qué hace aquí?

Camino hacia la cocina sin apartarle mi mirada, y cuando llego veo el interior vacío, sin Merida ni nadie más que ese peliblanco.

Me doy vuelta y me sobresalta ver sus ojos mirándome.

-Jack – Dije suspirando - ¿Qué haces aquí?

Jackson gruñó en bajo mientras se enderezaba en el sofá. Colocó una mano atrás d cuello para alivianarse.

-Merida habló conmigo anoche, demonios me daré tortícolis – Se detuvo y me miró fijo ahora – Los cursos universitarios ya han iniciado y tiene que irse más temprano, me ha pedido que te cuide.

-No, no – Dije mientras negaba con la cabeza – Mira Jack, no necesito una niñera, y te agradecería mucho si por favor te fueras.

-Nada de eso – Jack se levantó del sofá para caminar hacia la cocina.

-Jack, te lo estoy pidiendo por favor.

-Y yo te pido por favor que tomas una ducha en lo que yo preparo en desayuno.

Jackson tiene el don de ignorar con perfección a las personas, ahora no tenía las ganas para discutir así que hice lo indicado.

Tomo una ducha de unos 10 minutos, termino y cuando estoy por salir, mi pie resbala con el suelo y logró caer de rodillas, dejando liberar un chillido.

-Mierda – Susurro cuando me remuevo por alcanzar mi toalla.

De pronto veo llegar a Jack trotando por la puerta.

-Elsa ¿Estas.....

-¡No veas! – Gritó mientras me pongo en posición de piedra. Veo a Jack apartar la mirada con rapidez.

-Toma – Veo cómo me ha cubierto con una toalla, le agradezco y me ayuda a ponerme en pie - ¿Sabes? No debería darte vergüenza – Le miro y es que aclara su garganta –Digo, ya hemos estado sin ropas.

No digo nada, salgo a mi habitación y me siento en mi cama. Sobo mis rodillas pero una arde debido a que he logrado rasparla.

-¿Te duele mucho? – Jack se arrodilló frente a mí.

-Algo.

Se colocó en pie para salir y después regresar con unas vendas y pomada.

-Te arderá sólo un poco – Jack untó pomada en su dedo y lo rosó con mi herida. Me remuevo con dolor y Jack lo nota por lo que se detiene – Pronto acabo.

Vendó mi rodilla al terminar. Cuando estuve por agradecerle, me impacta ver cómo deja un beso suave y delicado sobre la venda en mi rodilla.

-Te lo agradezco Jack.

-No hay nada que agradecer – Sigue de rodillas cuando levanta la cabeza para mirarme.

-No me gustaría estar mal contigo – Necesito decirlo o explotaré en cualquier segundo – Sé que no he sido la mejor, y no he aportado mucho a ésta situación y no quiero estar peleado contigo.

Amor Inesperado. Jelsa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora