Amor Inesperado. Jelsa.

Capítulo 25

***Elsa***

En el momento que los enfermeros comienzan a sanarme, yo no puedo ponerle atención, sólo la escucho.

Escucho su delicado llanto al estar en contacto a este mundo. Miro como las enfermeras con delicadeza la llevan a lavar con rapidez.

-Ya está inda, ya está –Dice Jack dejando un beso en mi frente.

Yo no pierdo de vista a la enfermera que carga con nuestra pequeña, entonces rápido llega hasta a mí, dejándome cargar a mi niña envuelta por una cobija.

No para de llorar cuando la cargo, la veo a su carita y sonrío al tenerla en brazos.

-Hola hermosa –Digo con cariño y con sólo hablar, ella deja de llorar levemente – Hola, hola mi niña.

Comienza a tratar de abrir su ojitos, no lo consigue mucho pero puedo ver cómo se esfuerza, deja pegar su frente a mi barbilla y con su mano intenta tocar mis labios.

-Estás bien pequeña, ambas los hicimos bien mi niña –Sonrío más mientras siento una lágrima caer por mi mejilla – Bienvenida.

Veo a Jackson y él no le quita la mirada de encima, pareciera estar hipnotizado. Y de un movimiento leve en su mejilla, le veo caer una lágrima.

-¿Quieres cargar a tu hija? – Murmuro hacia el peliblanco.

El me mira sin saber cómo reaccionar, termina asintiendo con una sonrisa y con delicadeza carga a nuestra niña.

-Hola preciosa – Jackson le dijo al tenerla en brazos contra su pecho.

Nuestra niña intentaba abrir aun sus ojitos pero con tan de escuchar nuestras voces se quedaba admirando de los sonidos y de lo que es vivir en este mundo.

-Felicidades –Dijo la doctora limpiando su frente de sudor con la manga de su bata – Viene sana e intacta.

-¿Cómo se llama? –Dijo una enfermera con un plumón negro y una etiqueta.

-Emmm –Miró a Jackson y el me gana las palabras.

-Jatzi – Contesta – Se llamará Jatzira.

La enfermera le sonrió con ternura y escribió el nombre.

Jatzira, el nombre que habíamos escogido de la lista.

-¿Tienen su pañalera o llegaron sin nada? –Pregunta la doctora al ponerse en pie.

-Sin nada – Contesto.

-Bien, emm en estos casos nosotros tenemos algo de ropa para darle a la bebita en el momento que salga de la incubadora. ¿Sus familiares están aquí?

-Seguro y ya llegaron – Contesta ahora Jackson.

-Bien, daremos paso a lo siguiente – La doctora camina hacia una enfermera – Pasaron a dejarte a tu habitación Elsa, las visitas ahora esperaran un poco, la niña necesita unas horas en la incubadora, después te la devolvemos.

-Señor Frost – Le llama una enfermera - ¿Pasará la noche aquí o vendrá hasta mañana? La señorita Arendelle necesita de un solo día para aliviarse, su procedimiento de parto natural no la afectará tanto.

-Claro que me quedo –Dice y separa un brazo de nuestra niña para ponerlo en mi hombro.

-Bien, entonces ahora necesito que me la entreguen.

Jackson la toma con delicadeza, se la acerca para besar su frente y me la muerta.

-Adiós mi niña, nos veremos pronto –Digo y la beso.

Entonces la enfermera la carga en brazos, la cubre con otra mantita y se la lleva acompañada de otra con un carrito de cuna.

-Bien Elsa – Dice un enfermero que se acerca a mí – Vamos a su habitación.

Hace unos movimientos en la estructura de la camilla y comienza a deslizarme, Jackson agradece a la doctora y camina a mi lado.

Subimos a un elevador, pasamos al piso de maternidad y me lleva a una habitación.

Con delicadeza me ayuda a ponerme en pie para pasarme a la camilla establecida.

-Con cuidado, yo aquí te tengo –Dice y sostiene mis costillas, doy un paso pero igual que una gelatina siento como si fuera a caer – Calma, la tengo –Dice y lentamente me carga para sentarme con cuidado – Listo ya quedó.

El enfermero se retira para dejarnos tanto a Jackson como a mi, descansar.

-¿Cómo estás? – Me susurra Jackson al sentarse a un lado de mi en un pequeño sofá.

-Bien – Digo – Si bien significa estar hecha cómo carne molida.

Jackson sonríe de lado, yo me remuevo con cansancio.

-Necesitas dormir ¿No?

-Mi cuerpo creo que sí me lo pide –Digo sonriente –Pero no puedo esperar el momento en que traigan de nuevo a Jatzira.

Jackson me sonrió levemente, se acercó y depositó un ligero beso en mi frente.

-Yo aquí estaré, si llega yo te despierto.

Y con tal de escuchar esas palabras, mi cuerpo se duerme.