Amor Inesperado. Jelsa.

Capítulo 26

***Elsa***

Lo primero que veo al abrir los ojos es el florero lleno de rosas azules, con una tarjeta.

"Felicidades, no creas que las rosas azules son por que creí que era niño, son así porque una niña tiene también el derecho de gustarle el azul"

Atte: Anna.

Sonrío al terminar de leerlo.

Me siento y mi vientre se siente tan vacío, tan libre y sin nada de peso. Observo el lugar y no veo a Jackson, sólo sus muletillas.

-Jack... -Murmuró y voy a ponerme en pie, me duele las entre piernas pero aun así lo intento.

-No, no, alma –Oigo a Jack salir del baño - ¿A dónde vas?

Jack avanza hasta a mí con lentitud, no debla del todo las rodillas por lo que arrastra un poco las piernas.

-Amm a ningún lado en realidad –Digo tomando sus manos – No quiero estar acostada.

-Adivina –Me dice Jack con una sonrisa – Traerán en unos minutos a nuestra niña.

Sonrío tan ampliamente que no sé si mis ojos o mis mejillas son grandes.

Así me la pasé alrededor de media hora en espera, preguntando a Jack la misma pregunta "¿En cuánto tiempo te dijeron que la traerían?"

Cuando prendía el televisor del hospital para tratar de distraer mi emoción, llamaron a la puerta.

Jack abrió y una cunera entró con una enfermera.

-Permiso –Dijo la enfermera sonriente – Creo que alguien necesita ver ya a sus papás.

La enfermera acercó el cunero a un lado de mi camilla y ahí la vimos mucho mejor, tan siquiera yo, ya que no me concentraba con mi borrosa visión a base de tanto dolor.

La tomé en brazos lentamente para admirar su pálida piel, ya tenía cabello, largo a comparación de algunos bebés que nacen casi calvos.

Sus deditos se asomaban por una abertura de la cobija de nubes.

-Hola... -Le murmuré – Hola preciosa.

Jack se juntó a mi lado para admirarla, se acercó y dejó un beso en su cabeza. Haciendo que la bebé se removiera al sentir el tacto de su padre.

La enfermera se despidió de nosotros, nos avisó de las visitas y que yo ya podía partir de esta noche.

Por lo tanto, las personas no tardaron en llegar, Anna con Kristoff, Merida con Hiccup y hasta Rapunzel con Flynn.

Todos trajeron tantos globos y ropitas para la bebé, después dijeron que se encargarían de realizar las mejores compras para la bebé.

-Ahora vuelvo –Dijo Jack dejándome un beso y a Jatzira –Iré con Hiccup y Mer por ropas tuyas, saliendo de aquí organizaremos una cena.

-Ten cuidado –Dije – Recuerda tus muletillas.

Jack obedeció, se colocó las muletillas que hacían resaltar sus piernas y sus brazos. Salió junto a su amigo castaño y la pelirroja.

-Es una hermosura de niña –Decía Anna con Jatzira en sus brazos –Papá y mamá ya están en camino.

-Ay no –Dije negando con una sonrisa – No me imagino sus rostros.

Después llamaron a la puerta con unos golpecitos, Anna y yo nos giramos para ver y es Kristoff.

-Hola, Elsa alguien quiere verte –Dice y deja entrar a Tadashi, pero el tiene una mirada seria, molesta casi, y después de él entre ese pelinegro, Pitch.