10 años después.
Ashley.
Observe fuera de las ventanas del tren la torre Eiffel alejándose, no la vería por un tiempo e iba a extrañarla. De todos los lugares que había recorrido hasta ahora ninguno se asimilaba a Paris, a sus vistas, a su historia; pero sin embargo debía irme. Tenía suerte que había podido tomar el último tren, de otro modo con el transito que había por ser año nuevo no podría llegar al aeropuerto para tomar mi vuelo hacia Seattle y ya tenía años de que no volvía. Pero tras pedido de mis padres no me quedo otra opción, además de que quería ver a Sam, mi pequeña "sobrina"... (Uso comillas porque para mí Tyler es mi hermano, así que no lo llamare de otro modo.) Oh, y Maggie... La pequeña ya con 14 años debía de estar enorme. Pero había alguien que quería ver, aunque por fotos sabía lo grande que estaba, y es a Raven. Sin embargo, siendo sincera conmigo misma... Los extrañaba a todos.
Ya hacía 10 años que había partido de Seattle; primero a España, a visitar a Megan. Con ella me quede un total de 10 meses, España me había parecido uno de los lugares más interesantes, aunque poco entendía pero con la ayuda de Megan, que si había estudiado español y catalán, me había podido manejar. No obstante el animarme a viajar había abierto otro mundo para mí, y desde ese momento no me mantuve quieta. Grecia, Reino Unido, Alemania, Italia y Francia fueron los lugares en los que estuve además de España. Y ahora que volvía a Estados Unidos me iba a ir a recorrer el resto de América.
Recuerdo que había decidido viajar por lo que sucedió en la graduación... Que recuerdos. Una sonrisa se formo en mi rostro al recordar ese día pues lo encontraba inolvidable.
-Jayden... Mis padres se enfadarán. –Reí ya que él no se detenía- Debo volver al baile.
-Shh, arruinaras la sorpresa.
-Pero... -Él se detuvo e hizo que me chocase contra él.
-Ya, ya llegamos.
-Jayden, estamos en el medio del campo. -Reí- ¿Me has hecho luchar con los tacones para llegar al campo deportivo?
Jayden sin contestarme se sentó en el césped y me miro, indicándome que me sentase a su lado, y lo hice.
-¿Ya? ¿Ahora podemos volver?
Él solamente se acostó y llevo sus manos a su cabeza, observando el cielo. Yo mire hacia arriba y en segundos estaba acostada a su lado.
-Wow. –Murmure y él se volteo a verme- Pensar que aquí comenzó todo...
No había ninguna nube y cada centímetro que observaba estaba ocupado por una o más estrellas.
-¿Sabes qué lo hace diferente esta vez? –Negué con la cabeza- Que esta noche el cielo es nuestro. -Sonreí y me voltee a mirar las estrellas.
-Es una hermosa noche. –Murmure escuchando de lejos la música del baile.
-Prométeme algo –Susurro en mi oído, yo asentí- Sea donde sea, cada vez que mires las estrellas quiero que recuerdes este cielo, y que si ves uno igual me lo digas.
Mi piel se erizo al recordar aquello y cerré mis ojos sin pensar que me quedaría dormida.
No sé cuánto tiempo paso desde que me había dormido, pero una mano en mi hombro me hizo despertar y al abrir mis ojos me encontré a una señora.
-Ya hemos llegado al aeropuerto. –Yo le agradecí y tome mi valija.
Al bajar del tren mire mi reloj y note que iba a tiempo, pero de todos modos me apresure; minutos después estaba en el avión.
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Guerra de Capitanes (Editando)
Novela Juvenil-¿A qué te refieres con que quieres ser jugadora? Nena, te romperás las uñas -Oh, discúlpame bonito. A mi esas cosas no me interesan, solo quiero jugar -Perdóname, pero no. -¿Por qué? No digas algo como... Porque eres mujer -Lo siento, bonita. Es ex...