IV

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—Oh, pobre Austin...Reemplazaste a tu amigo con beneficios, con el que te acostabas cada mes, por un novio que te engañó...—Habló Audrey.

Nadie me había hecho sentir tan bien como Austin, pero aunque mi primera vez haya sido con él y lo gocé, solo una vez al mes...es poco para mí.—Dije tratando de excusarme, por más que sabía que había sido una completa idiota.

—Pues parece que una vez a la semana era poco para Ashton.—Intentó bromear con esa triste realidad.

Por favor no lo menciones, no puedo creer que me haya engañado. Y yo le creí.—Respiré hondo y la miré esperando que entendiera.

—Dime por favor que no te dijo la gran típica, "perdóname castaña hermosa, te lo puedo explicar, sabes que te amo".—Dijo burlonamente imitando la voz de Ashton.

Sí, lo hizo, pero no lo perdoné, le dije que se terminó.—Le expliqué mientras en mi interior pensaba en lo tonta que fui al creerle por tanto tiempo.

Y así, seguimos hablando toda la noche disfrutando de nuestra soltería, dos castañas solteras mejores amigas en una fiesta...y mucha diversión.

Empecé a sentir mareos, no sabía si era por el alcohol, pero probablemente era por eso. También había comido mucho de la mesa dulce, ese día tenía un antojo grande. Luego de unos minutos de sentirme mal, noté las náuseas, llegué al baño y vomité. Creo que esta vez la copa de champagne me afectó mucho.

La ojigris, me ayudó a reincorporarme, me dio agua y estuvo conmigo en todos mis antojos. Y desde ese día no volví a tomar alcohol, lamentablemente, porque me gustaba mucho. Y a pesar de haberlo dejado, luego de un tiempo me di cuenta que no erradicaba en el alcohol, ni en la mesa dulce, no.

Dos días. Cinco días. Una semana. Diez días. Una quincena. Mi maldito período se había retrasado, juraría que debía haber ido al médico dentro de esos días, y lo había pensado. De hecho, habría ido, si no hubiese sido por el miedo, ese miedo.

Así que, luego de una quincena de período retrasado, me resigné a que tendría que afrontarlo si era lo que yo pensaba. Decidí hacer un test de embarazo.

Y no. No podía creerlo, era una mierda. Mi vida era una mierda. ¿Por qué esto tenía que pasarme justo a mí? Allí estaba yo, practicamente sola en mi casa, solo con la puta de Ashley y mi hermana Allison. Y esa maldita doble raya que me hacía odiarme, odiar al mundo, odiar a Ashton, odiarlo todo. Pero sobre todo, odiar no ser estéril.

No podía creerlo, doble raya, había salido positivo. Mierda. Ojalá hubiese sido un error del sistema, pero podría jurar que era verdad, ¿Cómo se explicaba sino que llevaba más de quince días sin que mi menstruación se dignara en aparecer? Creo que esta semana tendré que ir al doctor. Mierda. Doble mierda. Triple mierda.

¿Embarazada De Mi Ex Novio? #PremiosVioletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora