Capitulo Catorce: "Nuevamente el cuervo"
No nos dejamos de mirar fijamente, nuestras miradas no pierden el contacto y extrañamente me incomoda un poco el miedo reflejado en sus ojos azules, me incomoda como se ha acelerado el latir de su corazón, me incomoda a tal punto que tengo unas ganas de abrazar a esta mujer que parece muy perdida tragando un nudo de su garganta, su vista se ha perdido quizás en algún recuerdo y al el tiempo transcurrir y ella no hablar nada la irritación por no conseguir respuestas se hace presente en mi cuerpo, irritación porque no entiendo nada de lo que me está pasando, todo es tan confuso, todo es tan desesperante.
Está mujer es desesperante.
No sé si hago mal, no sé si cada vez que pasa, cada minutos que transcurre estoy perdiendo más y más ese preciado control que he mantenido a raya, no sé si hacer esto estaba en los planes de Elena, no sé si esto ya estaba destinado a cometer pero no me importa y únicamente lo hago quizás cada vez acercándome a aquel final trágico, a aquel destino malo que me ha descrito aquella rubia mujer.
No sé si cometo error tras error, fallo tras fallo pero le doy un fuerte golpe en su mejilla que sería capaz de desmayar a cualquier persona pero a ella solamente le hace voltear la cara, mi mano a quedado marcada en el rojizo lugar que hace poco Piero tiño, ha quedado ahí impregnada pero ella aún permanece en algún recuerdo.- Que hables, maldita estúpida. –las palabras simplemente se dedican a brotar de mis labios, no soy muy consciente de todo pero sigo actuando volviéndole a dar otra cachetada en su mejilla.- Que hables o si no te juro que te mataré acá mismo y me va importar una mierda averiguar cosas. –
Piero mientras acaricia el rubio cabello de un inconsciente Alexis sonríe viendo aquella imagen de la destrozada mujer, viendo como un pequeño hilo de sangre comienza a formar un surco desde su nariz, rodea sus labios, la comisura de esos y yo únicamente sigo respirando muy agitadamente esperando que vuelva a hablar antes de perder los papeles por completo. Pero no lo hace, nuevamente se sumerge en un silencio agotador, se sumerge en algún recuerdo suyo y a pesar de la sangre que de su nariz brota no dice nada, deliciosa sangre que me llama a ser bebida, a ser succionada pero supongo que por el cuerpo inerte de aquel hombre ya he quedado saciado por hoy.
-Parece que no aprecias tú vida. –niego con la cabeza para seguidamente de un movimiento rápido sujetar su mejilla, levantando su mirada –la obligo a verme- para que me vea de nuevo a mis grises ojos. Nuevamente veo el dolor reflejo en sus tormentosos azules ojos al igual que en las facciones de su rostro cuando con mis dedos aprieto fuertemente aquella zona rojiza de su mejilla, aquella zona que me parece excitante porque ahora tiene mis marcas, yo he generado ese dolor y me pone duro saberlo. Nos volvemos a ver fijamente, nuestros ojos hacen una conexión especial de nuevo, pero mi rostro se endurece aún más cuando siento como me escupe en la cara, su saliva un tanto caliente que es combinada con un poco de sangre me da directa en mis labios que se entreabren por el impacto permitiendo el ingreso de aquel líquido, me concreto únicamente en la sangre que contiene mientras no hago más que apretar su mejilla, me concentro en eso para no enfurecerme y destrozarle el rostro.- Muy deliciosa sangre. –
Ambas piernas se recuestan sobre las suyas impidiéndole movimiento a esas parte mientras su cabeza se recuesta en la pared, no mueve sus manos, no me aparta parece derrotada pero aún mantiene ese desafío en su mirada que planeo desaparecer de cualquier manera. Sigue pareciendo un tanto altiva, altanera- ¿Vas a hablar? ¿Vas a contarme tu patética historia? –
-¿Si es tan patética porque te interesa tanto? –su voz sale en un hilo de palabras dolorosas al mis dedos no dejar de apretar sus mejillas, controlando un poco mi fuerza para no destrozarle la boca acá mismo pero a la vez infringiendo una considerable presión. Niego lentamente con la cabeza.- ¿Por qué lo haría? ¿Por qué te contaría mi vida? –
ESTÁS LEYENDO
Sediento de ti (Grey)
Fanfiction>> No me ames, y no lo intentes por que solo soy blanco como la nieve pero frío como el hielo << -¿No le parece que es muy tarde para que una damisela hermosa como usted pasee por este lugar tan deprimente y poco agraciado? - -¿Damisela? ¿En qué si...