Sediento de ti (Grey)

Capitulo Veintisiete

Capitulo Veintisiete: "Regresando a casa"  

Nuevamente la civilización, nuevamente en este lugar rodeado de gente o mejor dicho de almacenes de mi alimento. Las personas caminan despreocupadamente hablando de vaguedades sin siquiera imaginar un mundo sobrenatural, sin imaginar que hacemos seres que andamos entre ellos que pueden ser un familiar, un simple amigo o las personas menos esperadas, siempre hay muchas maneras de ocultar nuestro verdadero ser. Andamos entre ellos, llamando la atención pero pro nuestra belleza, acá, en esta ciudad que se encuentra en pleno atardecer llamamos la atención no por nuestros poderes sino por nuestra belleza que baña de envidia a muchos de estos hombres. Pero lo que no saben y no se imagina que en sí somos sus peores pesadillas y temores, dos vampiros y una bruja actualmente en esta parte de la ciudad caminan entre ellos como si fueran unas personas normales.

—¿Estás cansada? —le pregunta Alexis a una Anastasia que parece firme y decidida, le ha hecho esa pregunta por vez número... No sé, la verdad deje de contarlas luego de sentir que en mi interior nacía un resentimiento por hablarle tan cariñosamente así que es mejor ignorar. Camino al lado de ellos, siguiéndoles los pasos pero es como si no lo atuviera, es como si estuviera sobrando entre esos dos. —¿Estás bien? —

—Tranquilo, lo estoy. —suelta en una pequeña carcajada cuando ve como Alexis frunce un poco el ceño y su nariz al pasar delante de un pestilente restaurante cuyo olor hace que nuestros vientres se revuelvan. —Aún tengo energías para caminar por mucho más tiempo. —

—Es muy bueno saber eso porque aún tenemos un largo camino que recorrer. —respondo en un suspiro dando la vuelta en una esquina. Anastasia me mira de soslayo con una fina línea formada entre sus labios ocultando sus dientes, con una arruga presente en su frente. —¿Qué? —

Me cuesta mucho seguir el paso a estas personas, caminar entre ellos como si fuera de lo más normal hacerlo de una forma tan lenta como si estuvieran contando sus pasos. Además que no es muy divertido saber las diversas maneras en que cada uno a su forma son hipócritas, no es nada divertido ver como este mundo de humanos está igual de destruido que el mundo de seres sobrenaturales.

—Que... —se queda en silencio un momento, metiendo sus manos en el abrigo blanco que tiene puesto y que lo hemos comprado en una tienda, una manera nueva de conseguir vestimenta, una nueva aburrida manera pues es mejor quitárselos a personas que a maniquís sin vida. —Es solo qué... —se vuelve a quedar en silencio, Alexis hace como si no le importará mucho pero sé que ha de estar sumamente atento a esta conversación que estamos teniendo. —Olvídalo. —

—Eres increíble. —niego con la cabeza, sí es increíble que a pesar de todo siga así con esa sonrisa sabiendo que con cada paso que damos nos acercamos más a su muerte o su libertad, las probabilidades de que salga bien son pocas pero a ella parece no importarle nada ya que continua siendo muy positiva caminando con su andar tan peculiar. —No entiendo cómo es que pareces tan relajada sabiendo que puedes a morir. —

—Muy buena manera de iniciar una conversación, Christian. —suelta en una carcajada Alexis mientras nos alejamos del coro de corazones latiendo de manera muy cansada para ahora solo disfrutar del melodioso latir de un solo corazón. Cada vez nos acercamos más al hotel donde tenemos que ir por última vez para dejar todo el plan en orden y así no cometer ningún tipo de fallas. Salga bien o mal toda está situación tenemos que dejar todo perfectamente planeado.

—No me importa morir. —se encoge de hombros, dice la verdad, lo siento, sé que dice la suma verdad en esas palabras lo cual solo hace que frunza más el ceño. Cada vez me es más difícil poder comprender a esta mujer, cada vez me resulta más complicado poder guiarme de sus cambios de humor tan repentinos. —Pues como ya te he dicho lo que he tenido ha sido de todo menos una vida así que no tengo nada que perder, es mejor dar la cara de una vez pues de igual manera me van a seguir siguiendo si no eres tú será otro. —