>> No me ames, y no lo intentes por que solo soy blanco como la nieve pero frío como el hielo <<
-¿No le parece que es muy tarde para que una damisela hermosa como usted pasee por este lugar tan deprimente y poco agraciado? -
-¿Damisela? ¿En qué si...
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Capitulo Diecinueve: "Daño psicológico vs físico"
Sigo mirando perdidamente mis manos, mis manos que son nuevamente grandes, las miro como si no lo pudiera creer, no puedo creer todo lo que ha pasado. Seguidamente poso mis grises ojos en la pared de adelante, en los focos que iluminan está habitación, focos no estúpidas velas. Nunca había tenido un recuerdo tan vivo, un recuerdo tan nítido de lo que fue mi vida en ese entonces donde aún conservaba libremente mis sentimientos, pero hoy los tuve, pude recordar exactamente todo y cada una de las cosas de lo que paso aquella noche, de cómo fue la muerte de mis padres.
Mi aliento frío sale un tanto rápido de mis labios entreabiertos, estoy muy sorprendido por todo, estoy muy sorprendido por la nitidez con la que vi cada imagen en mi mente y aun no comprendo cómo pasaron las cosas, como pude recordar tanto.
Anastasia sigue recostada en el rincón, con sus ojos cerrados perdida en su propio mundo, el moretón de su mejilla parece ahora muy grande al un par de horas haber pasado, no estoy muy seguro cuanto tiempo. Ignoro la imagen de ella pues no quiero sentirme mal, no quiero sentirme peor de lo que estoy, mis padres en definitiva estarían muy decepcionados de lo que me he convertido, de lo que he hecho con mi vida, de los errores que he cometido desde que ellos me faltaron, a solo minutos de muertos cometí el peor error al coger la mano extendida de aquella mujer que en su momento me impresiono pero ahora simplemente no, ahora muchas cosas han cambiado. Quizás en solo días el modo que tengo de ver algunas cosas han dado un giro inesperado, un giro que supongo aún no estoy listo para asumir. Siendo sincero no sé cuánto tiempo me tardaré en asumir estás nuevas cosas, no sé si para cuando lo haga resulte ser demasiado tarde.
Dejo de mirar el desgastado cuerpo de la mujer que sigue perdida en el mundo de los sueños, espero este soñando al lindo, algo mejor de lo que a mí me ha pasado, porque bueno cuando despierte será peor lo que le va pasar. Sacudo mi cabeza dejando de admirar lo que he hecho con ella –lo sé, estoy loco- para seguidamente posar mis fríos grises en las paredes que hay delante, en las paredes rojas de este lugar mientras intento aún pensar como o porque estás cosas han pasado, como he podido recordar de tan perfecta manera todo lo que en su momento paso. Recuerdos que agradecía no tenerlos tan claros pues no es algo que me guste recordar, bueno es que no me guste ver como las cabezas de mis padres, tío y hermana ruedan por el suelo, no es algo que alguien en su sano juicio quiera presenciar. Y ahora que lo tengo claro no sé por cuanto tiempo aquel recuerdo nos atormente. Espero que pronto dejo de repetirse en mi cabeza.
Cabeza, que irónica son las cosas, cuando tenía esa edad no quería correr la misma suerte que mis padres, tío y hermana, pero ahora, si hubiera sabido lo que me esperaba al aceptar la mano de esa mujer rubia, si hubiera sabido la eternidad de miseria que me esperaba al salir de eso definitivamente no la habría tomado. Definitivamente hubiera deseado que aquellos animales que en su momento –por mi inocencia- me parecieron perros subdesarrollados pero luego me entere que eran hombres lobos, hubiera deseado que ellos me mataran.
