Luz de luna en un cielo oscuro

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Deje que mis pies me guiarán el camino, ni siquiera era conciente de a donde iba o que camino estaba siguiendo, tenía en mente  un nudo de angustias y molestias

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Deje que mis pies me guiarán el camino, ni siquiera era conciente de a donde iba o que camino estaba siguiendo, tenía en mente un nudo de angustias y molestias.

Khell se marchó, se fue para siempre de mi lado, y sabía en el fondo que lo había lastimado de la peor manera, no merecía una noticia tan fuerte como esa, y para sumar la desdicha estaba Thranduil que me mintió nuevamente, pueda que tenga razón y solo estoy agrandando todo esto, como dijo, haciendo un berrinche por alguien que ya está muerto y prueba de eso era que ya ni siquiera podía odiarlo o sentir algo negativo, lo amaba demasiado como para enfadarme, pero eso no quitaba que me dolíera lo me hiciera .

Bufé molesta con él y conmigo misma, ya ni siquiera me reconocía, mi orgullo se estaba desquebrajando. Y no sabía si eso era bueno o malo.

No me di cuenta en rumbo que había tomado, lo hice al ver la luz tenue y mística de la luna, el camino me llevo a un hermoso lugar en un claro perfectamente oculto por la maleza, árboles y arbustos, la luna estaba en todo su resplandor iluminando el lago debajo de ella y está a su vez irradiaba su brillo a todo el lugar otorgándole un ambiente de paz.

Caminé hasta el lago apreciando la naturaleza que la rodeaba, escuchaba los pequeños ruidos de los animales nocturnos, el viento soplar contra las copas de los árboles y finalmente sobre mi, la luna.

Mordí mi labio inferior ante lo que estaba pensando, hace mucho que no nadaba o me relajaba en un lago, más aún un lugar como éste que pocas veces se suele encontrar.

No me parecía mala idea, después de todo estaba sola y a gran distancia del reino. Solo serían unos minutos y luego regresaría con Thranduil.

Mire a todas las direcciones posibles antes de despojarme de mi vestido, lo doble con cuidado en la orilla del lago, no quería de alguna manera mojar mi cabello por lo que lo trenze en una cola alta e ingresé a este, el agua estaba perfecta para mi, el cuerpo al igual que todos mis músculos de inmediato comenzaron a relajarse, camine dentro del lago hasta que el agua cubrió mis senos por completo, cerré los ojos sintiendo la tranquilidad de la naturaleza, el sociego y paz mental.

—No tienes idea de lo hermosa que te ves desde esta posición.

Solo esa voz y en segundos todo desapareció. Adiós a la tranquilidad.

—Deberías volver al reino.—gire hacia los árboles dandole la espalda.

—Opino lo mismo.

—No deberías estar espiando a las mujeres, es descortés.—gire levemente el rostro hacía él.

—Otras mujeres no obtienen mi atención tan rápido como lo sueles hacer tú.—sonrio de lado de una manera muy pedante.— Y ni siquiera haces esfuerzo de ello, tan natural, ten única, tan perfecta. Con obvia razón nuestros caminos se juntaron, ambos somos perfectos. Únicos, mi reina.

Negué con la cabeza mientras giraba hacia él, ambos estábamos muy lejos de ser perfectos, sobretodo él.

—No existe el hombre perfecto, ni la mujer perfecta, exiten solo hombres y mujeres imperfecto capaces de perfeccionarse y complementarse en uno al otro. —practicamente cité a mi madre en muchos de sus sabios consejos.

El inicio de un amor Real©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora