Un regalo amargo

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El aire fresco me hacia bien, me calmaba pero nunca me haría olvidar. El olor dulce de las flores, el moho que crecía en los arboles, el olor de la tierra húmeda y los sonidos de mi bosque; mi hogar en pocas palabras, sobretodo este lugar de mi hermoso y perfecto jardin era un impulso de fuerza y de superación, aún no tenia pruebas contra el rey pero tenia una corazonada que el había sido el causante.

—Mi princesa.—llamo Mitriel detrás de mi,voltee a su llamado.

—¿Que sucede?.—pregunte mientras me acercaba a el.

—El principe Thranduil la convoca, esta en el salón principal.—dijo el, asenté y me encamine hacia el lugar,el rey Oropher aun no llegaba y tenia una oportunidad de saber si el había sido realmente el causante, posiblemente aun podría tener el veneno que uso o quizás ya lo había eliminado pero de todas maneras tenia que senciorarme.

Entre al salón principal Thranduil estaba allí en una gran mesa circular de roble con unos 3 elfos que nunca había visto,  sus trajes eran muy elegantes y quizás algo extravagantes, me di cuenta que Thranduil ya no portaba su armadura, llevaba una túnica plateada elegante, a su izquierda su espada enfundada y claro también su corona de príncipe con una enorme perla en el centro, únicamente portaba ello con visitas de exteriores.

—Buenas tardes.—mencione haciendo una pequeña reverencia, los 4 incluyendo Thranduil se levantaron e inclinaron levemente.

—Alteza, un enorme placer conocerla.—dijo uno de ellos enfocado en mi, pude notar la tristeza en sus gestos y mirada.—Desearía expresar mi mas sinceras..

—No es necesario, yo prefiero no recordar, quiero olvidar ese incidente.—trague saliva tratando  de liberar el nudo.

—Lo lamentamos alteza.—escuche al otro sujeto.

Thranduil se me acerco y acarizio mi rostro levantando mi mentón hacia el, sonreí forzadamente.

—Loriel ellos son diseñadores y organizadores, los mejores de la tierra media y del mundo elfico, ellos están a tus ordenes para lo que deseas.—asenté y los mire nuevamente.—Jhopiell ya lo conoces será quien tome el liderazgo.

—Bien comencemos ahora.—note algo de sorpresa en sus miradas y claro que lo estarían después de todo acababa de perder a mi hija.

—Como ordene mi princesa , iremos por nuestras cosas para organizar todo y dar inicio.—dijo el primero y los tres salieron de la habitación, caminé alrededor de la mesa viendo algunas telas y diseños que habían dejado.

—Loriel no tienes que hacer esto, no ahora.— me detuve a verlo, tenia los ojos clavados en mi.

—Quiero hacer esto Thranduil, lo deseo, así tu como yo tendremos el mismo poder que nuestros padres y podremos decidir sobre todo.—dije, el hizo un gesto y se acerco a mi a casi a un paso, desvíe la mirada de inmediato.

—¿Lo haces por poder?.—su voz sonaba decepcionada.—Desde cuando eres así, desde cuando actúas...

—Quizás ahora entiendo el comportamiento de tu padre, el dolor... se puedo controlar.

—No conmigo, no debes ocultar nada ante mi Loriel, se quien eres solo debes mostrarme que sigues ahí, que sufre al igual que yo la pérdida de nuestra única hija.—dijo acariciando mi rostro hasta llegar a mis labios, mire los suyos aproximandose a mi.

—Thranduil ahora no.—dije bajando mi rostro, no quería rechazarlo pero ahora no tenía ánimos, Thranduil solo opto por dar un beso en mi frente, le sonreí.

Los elfos organizadores volvieron a ingresar y con ellos traían miles de cosas en manos, diseños, arreglos, etc. Thranduil se alejo de mi y me sonrió.

El inicio de un amor Real©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora