Lazos Familiares - Fanfic Twilight

Capítulo XIX: ¿Unidos otra vez?

Punto de Vista de Edward Cullen 

Mi vida en poco tiempo se había vuelto un auténtico infierno. Y es que el hecho de que Isabella pensara que soy un maldito gigoló y que a causa de eso no quiera saber más de mí, me destroza completamente. 

Ella es lo más importante que tengo en la vida desde que la conocí, por encima de todo y de todos. Su indiferencia, su rechazo, su lejanía me duele como dagas en el corazón. Y es que el hecho de simplemente pensar que la puedo perder para siempre me hace sentir como muerto en vida. No sabía que pensar sobre el hecho de haberme casado con Tanya, por un lado habían sido los peores años de mi vida a su lado, pero a la vez los mejores porque había conocido a Bella y había vivido con ella sus momentos más importantes.

Puede parecer raro el hecho de que esté enamorado de la joven a la que vi crecer, con la cual estuve en todos sus logros, en sus caídas, en sus lágrimas y sonrisas. Pero, cuando pasas tanto tiempo con una persona que te hace feliz, que te hace sonreír, con la que te sientes completo, con esa persona que te hace sentir vivo, no es para menos.

Y como si la situación no fuera ya demasiada, tenía que aparecer el idiota del fotógrafo con las intenciones de cortejar a Bella y cómo si eso no fuera suficiente para él, sé que haría todo lo posible por alejarla de mí, incluso si tenía que mentirle para conseguirlo, incluso si tenía que hacerle creer que no la quiero y que solo la haré sufrir. Él había llegado hasta mi casa a amenazarme con ello y en sus ojos pude ver que era capaz de hacer hasta lo más vil para alejarnos. ¿Por qué todo tenía que ocurrirnos ahora? En el momento donde ambos entendemos que no podemos vivir el uno sin el otro, en el momento donde por fin podíamos querernos sin secretos, el momento donde ella había confesado sus sentimientos y yo me había dado cuenta de que ella es mi otra mitad y sin ella me sentía incompleto.

Mi mente estaba saturada, no dejaba de pensar en todo lo que había pasado, en como en segundos uno puede perder todo lo que nos hace felices. Cómo en poco tiempo se derrumba todo lo que construiste en años, cómo en segundos pasas de ser la persona más feliz, a ser el más desgraciado.

Me encontraba sentado en mi cama viendo como el sol comenzaba a ponerse entre los árboles. La casa estaba en completo silencio, nunca desde que habíamos comenzado a vivir en ella luego de casarnos había estado tan tranquila, ya que siempre eran constantes las peleas y discusiones que teníamos Tanya y yo. 

Nunca estábamos de acuerdo en nada, siempre que yo quería algo, ella quería lo opuesto, si yo decía blanco, ella decía negro. Realmente llegué a pensar que lo hacía simplemente para llevarme la contraría, creo que en parte lo disfrutaba. Quizás, luego de tantas discusiones se había encariñado de ellas, quizás lo veía como una actividad de ambos. Así de mal está Tanya de la cabeza.

Escuché un leve sonido familiar que provenía de la mesita de noche que estaba al otro lado de la cama. Era mi celular, pero ¿Quién podría estar llamando?

 Me paré de la cama y caminé hacía la mesita de noche. Tanya estaba huyendo de mí, era más que obvio que no me llamaría, mis padres se habían ido de viaje junto con Alice y su novio, están disfrutando, por tanto tampoco llamarían y Bella está enoja.. 

Cuando vi la pantalla de mi celular mi corazón comenzó a latir de forma frenética, mis manos comenzaron a ponerse frías y mi rostro caliente. Era ella, Isabella, el amor de mi vida, la niña de mis ojos, mi princesa, la mujer por la cual estaba sufriendo, la mujer que había cautivado mi corazón y mi alma entera.

- ¿Bella? - pregunté con miedo, tenía temor de que se hubiera equivocado de número y que esta llamada solo fuera una simple ilusión. Tenía miedo de que el imbécil de Demetri la haya convencido de que no soy bueno para ella y que lo mejor era alejarse de mí y me estaba llamando para darlo por hecho.