Capítulo XV: Malas intenciones

1.5K 75 9
                                    

Punto de vista de Edward Cullen

- Si esta noche me haces el amor, y entregas todo de ti en el acto. Te prometo que te dejaré el camino libre para que estés con Isabella y jamás volveré a molestarte. - contestó Tanya a mi pregunta tirándose de espaldas hacia la cama, dejando una vista panorámica de su cuerpo. 

Me acerqué con paso lento hacía ella, ya con la mitad de mi cuerpo desnudo.

Me metí entre sus piernas, y comencé a besarla con fervor. Lo único que me motivaba a estar con ella son; la libertad y todos los privilegios que tendré cuando ya no la tenga cerca, cuando ya no sea parte de mi vida. Cerré los ojos imaginando otro escenario distinto al que estaba viviendo, a ver si así podría sobrellevar un poco el trago amargo que iba a cometer. Pero no pareció funcionar cuando de pronto sentí las manos de Tanya sobre mi miembro mientras seguíamos besándonos como si no hubiera mañana.

Abrí los ojos dispuesto a comenzar a tocarla, pero cuando lo hice imaginé algo muy distinto a lo que en realidad estaba pasando. Allí estaba ella, Bella con su preciosa sonrisa mirándome desde abajo mientras me tocaba y desabrochaba el botón de mi pantalón. Comencé a besarla con necesidad y ansiedad, cerrando los ojos nuevamente, dejándome llevar por la felicidad que inundó mi cuerpo al sentirla allí tan cerca, nuevamente.

Abrí mis ojos nuevamente cuando terminamos el beso, pero nuevamente volvía a la realidad, golpeándome de lleno. Tanya estaba allí, ella era la mujer que estaba debajo de mis brazos tratando de estimular mi cuerpo, preparándome para el acto, no era Bella la que me besaba apasionadamente, no era Bella la que quería estar conmigo en algo tan ínmido como el acto sexual. Ella no estaba allí conmigo, ella no quería saber más de mí, ella se había escapado lejos de mi lado, tal cual la neblina al comenzar la mañana.

Me separé de ella bruscamente y me levanté de un salto de la cama, abrochando nuevamente el botón de mi pantalón. No tendría sexo con Tanya pensando en otra mujer, y mucho menos si esa mujer era Bella, una niña de apenas quince años, que aunque la amo con todas las fuerzas de alma, esos pensamientos no eran apropiados. Mi madre ante todo me ha enseñado respeto desde muy pequeño y ese deseo, pedido retorcido de Tanya no era para nada una buena idea si lo piensas con cabeza fría.

- No lo haré Tanya - le dije firmemente mientras veía como ella se incorporaba mirándome con total rabia y desprecio. - Tendrás que buscarte otro hombre y darme otra opción para terminar con esta falsa, pero no seré parte de esta idea absurda que ni siquiera debí considerar- continué diciendo colocándome nuevamente la camisa que estaba descansando en el suelo.

- No hay otra opción, ya te lo he dicho. Si no estás conmigo hoy, entonces tendrás que seguirme aguantando como tu esposa, como tu dueña. - dijo con la rabia claramente viviente en su voz. - Quiero que tengas bien presente que si no haces lo que te digo, jamás óyeme, jamás, dejare que seas feliz con una niña tan inmadura y estúpida como Isabella. Ella no se merece el amor que tú sientes por ella. La única que se lo merece soy yo, puesto que soy quien ha tenido que aguantarte por tantos años, pues soy yo quien te ha apoyado en todo, no importando las circunstancias, no importando el rechazo que siempre tienes hacía mí. - terminó de decir con lágrimas en los ojos, tomando un poco de ropa y marchándose de la habitación.

Es triste ver como las cosas cambian en un instante, frente a tus ojos sin poder hacer nada para detenerlo. Pero más triste es ver como una relación se acaba sin a penas comenzarla por culpa de personas enfermas que no miden su comportamiento. Tengo bien presente esa idea de que todo sucede por alguna razón, pero aún así las situaciones siguen doliendo de la misma manera. Bella siempre ha sido la persona más importante de mi vida, puesto que es la única que parecía sacarme del hoyo negro que estaba metido por culpa de Tanya.

Lazos Familiares - Fanfic TwilightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora