Capítulo VIII: Sufrimiento

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Punto de vista de Edward Cullen

Estos últimos días no había podido ver a Bella y eso no me gustaba en lo absoluto, la extrañaba, demasiado.

Pero mi trabajo y su escuela no nos habían dejado vernos, ni siquiera un instante, pero lo bueno, es que habíamos podido comunicarnos todas las noches por teléfono y escuchar su voz, calmaba mi alma. El simple hecho de escuchar su melodiosa risa tras ese aparato me hacía sentir completo, me hacía sonreír. 

No sé como es que me tardé tanto tiempo en darme cuenta de que estaba enamorado de ella, en que amaba todo de ella.

Sus besos, sus labios, su cuerpo, su manera de ser, sus palabras, TODO. Me dejé llevar por todos los comentarios de la gente que decían que yo parecía su padre, y confundí el amor que sentía por protegerla y por hacerla feliz, pero no de la manera que yo sentía, o bueno, que siento ahora.

Me encontraba laborando, mi turno había comenzado hace apenas algunas horas, estaba muy ansioso porque ya fueran las 4 de la tarde para poder hablar con mi dulce princesa.

El célular que estaba guardado en mi bolsillo comenzó a sonar, era muy raro que lo hiciera, normalmente nadie me llama, quizás era mi madre para ver como estaba. O quizás Bella que había salido temprano del instituto. 

Pero para mi desgracia no era lo que yo me esperaba, era Tanya, que a decir verdad desde hace unos días ha estado muy rara.

Ha estado amable, y eso es demasiado raro en ella, no habíamos tenido ni una sola pelea, no es que las extrañe, pero algo se debe estar tramando esa mujer, aunque no tengo la menor idea de que sea.

- Edward, me siento algo mal ¿Podrías venir por favor? - habló Tanya luego de que le contesté.

Ella jamás en los años que llevamos juntos me había llamado porque se sentía mal y la verdad que se escuchaba fatal. Así que decidí irme a ver que pasaba, quizás luego podría ir a visitar a Bella antes de volver a mi turno. 

Punto de vista de Isabella Swan (Bella)

Ya habían pasado algunos días desde que hicieron mi fiesta de quince años, desde que pasó aquella noche, la mejor noche de mi vida. Jamás pensé que todo eso pasaría, jamás pensé que Edward respondiera a mis sentimientos de la misma manera, o al menos eso me hizo creer y sentir con aquellos besos.

Desde aquella noche no había podido hablar con él en persona, por culpa de la escuela y de su trabajo, el cual no nos dejaba tiempo para nada. 

Pero habíamos podido hablar por teléfono un poco cuando yo llegaba de la escuela y él aún estaba en su trabajo.

No habíamos hablado mucho y no habíamos tocado el tema del beso y de lo que sentíamos, ya que le dije que lo mejor sería hablarlo en persona, ya que esos temas eran bastantes delicados. Y la verdad es que yo quiero que me mire a los ojos y yo también hacerlo cuando estemos hablando sobre eso, es muy más.. real.

Todo había pasado con normalidad, iba de casa al instituto y del instituto a casa, claro con tareas y exámenes de por medio que no me dejaban tener vida social con mis amigas. Todo lo hacía con suma felicidad ya que sabía que Edward me llamaría y que me alegraría el día de una manera inigualable.

Ya eran las 6 de la tarde y Edward no me había llamado, eso de alguna manera me desconcertaba, pero supongo que debe haber tenido algún imprevisto, que no lo haya dejado llamarme.

Empecé a hacer mis tareas para matar tiempo a lo que el llamaba, si es que lo hacía claro. No me dejaron demasiado trabajo, solo algunas tareas de matemáticas e historia.

Lazos Familiares - Fanfic TwilightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora