Capítulo XXI: ¿Un plan?

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Punto de vista de Isabella Swan

Allí estaba él, tan resplandeciente como siempre, podía sentir la calidez de su mirada sobre mí, y podía ver en su rostro que al igual que yo, se sentía nervioso y ansioso. Yo sabía que él me amaba con la misma intensidad que yo, éramos dos locos enamorados, separados por la crueldad de una mujer sin corazón. Pero, como el amor siempre triunfa, ahí estábamos los dos, mirándonos a los ojos, diciéndonos tantas cosas pero a la vez tan callados. Unos segundos después, estiró su mano para que yo la tomase y me sentara a su lado. 

Mis nervios aumentaban, tenerlo cerca me ponía cada vez más nerviosa, pero a la vez muy feliz, lo había extrañado demasiado. Desde que llegó a mi vida, nunca se había alejado tanto tiempo de mí. Siempre estábamos juntos, él siempre me protegía y yo siempre lo llenaba de besos y abrazos. Recordar todo lo que hemos vivido me pone feliz, pero a la vez me hace sentir extraña, por el hecho de que ya no nos miramos con los mismos ojos.

Tomé su mano con timidez y mucho temor, esperaba que él pudiese perdonarme después de todo lo que había pasado, lo había herido, incluso mucho más de lo que yo pensaba que él a mí. Y es que él me lo había repetido hasta el cansancio, nunca aceptó su culpabilidad porque simplemente no tenía ninguna, ambos habíamos sido victimas de Tanya, y me dolía inmensamente el hecho de que nunca le creí.

- Isabella, yo.. quería pedirte perdón por todo lo que ha pasado en estos días. Pero, quiero que sepas que yo al igual que tú, he sido víctima de Tanya - comenzó a decir mirándome a los ojos luego de haberme sentado a su lado. Podía detectar en su voz la tristeza y la angustía que le causaba toda esta situación - Antes que digas cualquier cosa, quiero contarte mi versión de lo que en realidad pasó ese día. No me has dejado defenderme, pequeña y para mí es importante que me escuches - tomó mis manos y la colocó entre las suyas.

A pesar de que ya conocía lo que había pasado, quería conocer su versión, deseaba escucharlo, ya que eso nos ayudaría a ambos. A mi para convencerme más de que él era inocente y de que de verdad me amaba, y para él le serviría de desahogo. Sabía que él, al igual que yo había pasado unos horribles días.

- Estaba en mi turno del hospital, como te había dicho que estaría. Pero recibí una llamada de Tanya, la cual me decía que se encontraba mal, que por favor fuera a casa. - comenzó a relatar lo que realmente había sucedido - Me insistió tanto que fui y pensé que si salía pronto de verla, luego podría ir a verte a ti. - me sonrió, avergonzada bajé mi mirada - Cuando llegue a casa, me di cuenta de que ella estaba bien, me enojé muchísimo.. - continúo relatando, mientras yo lo miraba expectante.

..O

- Estoy casi seguro que ella le puso algo al café, en ese momento no me pareció raro, pero luego analicé y ella jamás lo hace, siempre soy yo en que pone café en las mañanas. - mi rostro no tenía expresión alguna, mientras que mi mente estaba totalmente en blanco, no sabía que pensar. Me dolía profundamente el hecho de que mi tía sintiera tanto odio por mí, un odio a tal punto de ser capaz de mentir y actuar de la manera más vil para conseguir su cometido.

- Edward, te creo - pronuncié por primera vez, realmente lo hacía, a pesar de que ya había llegado aquí con el conocimiento de la verdad, escucharlo decir la verdad me hacía sentir muy segura, me hacía sentir bien, me hacía sentir tranquila. - Tanya está en mi casa - él me miró sorprendido ante mis palabras, seguramente no se imaginaba en lo absoluto que ella estaría ahí, yo tampoco llegaba a concebir como es que era tan hipócrita que se atrevía a estar en mi casa luego de todo lo que había ocasionado.

- ¿Te dijo algo?, ¿Te hizo algo? - preguntó alterado, sabía muy bien que la relación de ellos dos jamás estuvo bien, nunca habían sido una pareja normal, aunque nunca le había preguntado a Edward o a mi madre el por qué. Y podía entender su molestía, ella nunca me había tratado bien, por mi cercanía con Edward y mucho menos ahora, que parece que sospecha o sabe lo que hay entre nosotros. Eso de alguna manera me causa temor, pero estando junto a Edward, me sentía protegida, me sentía con la fuerza suficiente para luchar por lo nuestro, para luchar contra ella y contra el mundo, para lograr ser felices.

Lazos Familiares - Fanfic TwilightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora