Capítulo IX: Una mala jugada

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Punto de vista de Edward Cullen


Había dejado mis cosas en el locker, y había buscado las llaves de mi auto junto con mi abrigo, ya que la temperatura estaba algo fría últimamente y no me podía dar el lujo de enfermarme.

Avisé a mis compañeros que saldría, ya que se me había presentado una emergencia en casa, en teoría había sido así, aunque para ser sincero no me importaba en lo más mínimo lo que le pasara a Tanya, simplemente me pareció una excusa perfecta para ir a ver a mi ángel, a mi princesa, a mi Bella.


Entré a mi auto con una sonrisa en mi rostro, recordando aquellos besos que le había dado a Bella aquella noche de su cumpleaños, los cuales estaba totalmente loco por que se repitieran.

Desde ese día había soñado con ella todas las noches, diferentes situaciones y lugares que terminaban en lo mismo, declaraciones de amor, besos y caricias.


No sé como no me di cuenta de mis sentimientos antes, todo estaba tan claro, tan presente ante mis ojos que no entiendo como es que nunca lo entendí.

Ese instinto protector que siempre tuve con ella, esas ganas incansables de protegerla, de verla feliz aunque me constara mi vida. Ahora entiendo muchas cosas que antes estaban ajenas a mí.


Como por ejemplo, siempre me preguntaba como es que esa niña había calado tan profundo en mi corazón, como nadie jamás lo había hecho, como nadie jamás supo hacerlo, ni siquiera Tanya, que ciertamente había intentado todo por conquistarme, siempre había hecho de todo lo posible para que yo me enamorara de ella, o al menos la quisiera un poco.


Mientras pasaba por la angostas y largas carreteras de Forks, pensé en todo lo que había sido mi vida, en lo único que se había resumido mi existencia, en soportar las dichosas peleas de Tanya a causa de Bella y mis pequeñas alegrías con Bella que no duraban demasiado por culpa de mi esposa.

Nunca, en todos estos años he podido acostumbrarme a llamarla de esa manera ''Mi esposa'' eso es algo que en teoría jamás ha sido mía.


Llegué a mi casa luego de unos minutos después, todo por fuera parecía esta normal, el vecindario estaba en calma, al parecer todos los vecinos de encontraban laborando.

Entré a la casa y me quité el abrigo ya que estaba la calefacción puesta, empecé a caminar por el largo corredor hasta llegar a la sala, donde se encontraba una Tanya cambiando rápidamente los canales de la televisión.


- Edward, que bueno que has llegado - empezó a decir Tanya tan pronto me vio allí parado.

Tiró el control de la televisión en el sofá y se levantó rápidamente acercándose a mí.

Se colgó en mi cuerpo decidida a besarme pero yo me alejé.

Desde que Bella me había confesado que me quería, que me amaba como un hombre a una mujer, ni siquiera dejaba a Tanya besarme.


No como hacía antes, que al menos la dejaba acercarse a mí para no hacerla sentir tan mal.

Ella a pesar de que no me deja casi respirar por sus constantes peleas, discusiones y celos. Es una buena mujer, eso no lo puedo negar.

Muchas veces pensé que era gay, ya que no me fijaba en una mujer tan hermosa y buena como ella y ahora, en estos momentos de mi vida, ya sé el porqué.

Lazos Familiares - Fanfic TwilightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora