Invisible~m.c.

Encuentro (Parte I)

Ya amaneció, un rayo de sol tocó mi ojo izquierdo y decidí levantarme, me di una ducha y Calum grito desde la sala.

-Dianne a tomar desayuno.

-Voy-grité en respuesta.

Salí del tocador y me vestí, coloqué un vestido negro con encaje arriba para no provocar nada, unas calzas caladas y una chaqueta roja.

-Que linda te ves-sonrió Calum.

-Gracias, pensé que despertabas más tarde.

-Por lo general si pero recordé que con los chicos teníamos ensayo aquí en mi departamento.

-¿Qué?

-Lo olvide por completo cuando te invité a quedarte.

-Diablos-susurre.

-Pero se que quieres hablar con Mike y esta es la oportunidad.

-¿A que hora llegarán?

-De hecho ya están subiendo el ascensor-se rasco la nuca.

Tomé una bocanada de aire y como pude tomé algo del desayuno de Calum. Antes de que recogiera la mesa ya los chicos estaban tocando la puerta y Calum feliz les abrió. Mi mirada y la de Michael se cruzaron de inmediato.

-Dianne-susurró.

-Michael-susurre también.

Sus ojos se cristalizaron y yo no pude mantener mi vista junto a la de él, me levanté de mi asiento y camine hacia la salida.

Literalmente no sabía ni que hacer y mucho menos donde me encontraba pero una cosa era segura, estaba bajando el ascensor con mis ojos inyectados de lágrimas que en algún momento terminarían por caer.

Llegando al piso de abajo y encaminandome a la salida del edificio una mano toma mi brazo derecho, y con sólo sentir el perfume supe que se trataba de Michael, en ese momento mis ojos no aguantaron más y se desbordaron.

-Dianne-susurro con la voz entrecortada-Quiero que hablemos-trate de safarme de su agarre pero este fue imposible.

-¿De qué? ¿De mi virginidad?-susurre enojada-pues Ponte feliz porque ya no soy virgen-al decir estas palabras soltó rápidamente mi brazo lo que me permitió seguir caminando.

Mis ojos ya estaban secándose de tanto llorar, pero esto era inevitable, cada lágrima salía detrás de otra y así sucesivamente, caí por unas pequeñas escaleras que daban a un curioso parque y golpee fuertemente mi cabeza pero aún así el llanto no cesó.

Sentí como unos brazos me tomaban mientras que con mis manos tomaba mi cabeza, me colocó en algo suave algo parecido al pasto.

-Dianne, ¿estas bien?-esa conocida voz, ese dulce aliento.

-Si, no te preocupes-mantuve todo el tiempo los ojos cerrados mientras me retorcia de dolor.

-Estas sangrando-susurró-iremos a un doctor.

Me tomó y nos subimos a un auto, llegando al doctor me dejaron pasar de emergencia mientras que mi cerebro se retorcia más y más de dolor, al colocarme en una camilla Michael no soltó mi mano ni por un segundo.

-Le colocaremos unos puntos ya que perdió bastante sangre sacaremos una radiografía para descartar emorragia interna-hablo una doctora.

Yo no quería abrir mis ojos así que Michael me acompañó incluso en el momento de la radiografía, la cual dio que no tenía emorragia interna pero que debía cuidar los puntos.

Abrí lentamente lo ojos y vi a un preocupado Michael.

-¿Cómo te sientes linda?

-Gracias por traerme, no era necesario.

-Te amo Dianne, además te caiste por mi culpa.

-No fue tu culpa.

-Descansa, pronto llegaremos al departamento de Calum.

Me apreté a su torzo y las lágrimas volvieron a caer, llegando al edificio volvió a cargarme y llegamos al departamento de Calum, tocó la puerta y  entró conmigo en brazos.

-¿Qué sucedió?-preguntó Calum.

-Nos asustaste cuando nos dijiste que estaban en el hospital-hablo Ashton.

-Dianne se cayó y se golpeó la cabeza, aún viene mareada y será mejor que se recueste y descanse-dijo sereno Michael caminando conmigo en brazos.

Calum nos acompañó al cuarto donde me estaba quedando y Michael me recosto en la cama.

-No te vayas-le susurre.

-Ya no tengo nada que hacer aqui.

-Quiero encontrarte a mi lado cuando despierte-dije con los ojos apretados.

-¿Enserio?-dudó un segundo mientras que yo sólo afirmaba con mi cabeza.

-Te amo-susurre para mis adentros.

-Yo igual pero necesito que hablemos.

-Lo haremos cuando despierte, por cierto ¿qué hora es?-había perdido completamente la noción del tiempo.

-Las tres de la tarde linda, descansa y cuando despiertes estaré aquí para que hablemos-susurro tomando mi mano.

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Decidí dividir todo este capítulo el 3 partes ya que es larguísimo e interesante a demás de necesitar tiempo para escribir lo que sigue.

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