Extraña sensación.

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Desperté pero para mi mala suerte volví a despertar más sola que un dedo y más triste que nunca, me levanté de mala gana y al llegar la hora de clases sólo me limité a sentarme, lo bueno del comenzar de este día era que comenzaba con español y estaría junto a Calum.


Me miro cuando llegó y me sonrió, sentí un gigantesco calor en mis mejillas.


-Hola linda-susurró.


-Hola Cal.


-¿Qué tal tu noche?-preguntó mirando las ojeras debajo de mis ojos.


-¿Cómo crees?


-Ya pasará linda, dale tiempo al tiempo.


-sólo quiero aclarar mi mente y mi corazón.


-Dianne...Yo...


-No digas nada tu me gustas y mucho pero no de la forma en que me hizo sentir Michael.


-Si quieres este fin de semana te puedes ir a mi departamento en vez de quedarte acá pensando mucho.


-Me gustaría mucho despejar mi mente por un tiempo.


-Entonces el viernes de noche nos vamos-sonrió y yo sonreí junto con él.


-Eres una muy buena persona.


-Señorita Dianne ¿otra vez?-nos regañó el profesor.


-Lo lamento le prometo que no volverá a pasar.


-Lo siento pero se me cambia de asiento en este instante-obedeci no sin antes sonreirle a Calum.


Todo el resto de la clase y del día fue totalmente aburrido, a la hora de almorzar tomé a Calum antes de que se juntara con los chicos y lo llevé donde estábamos ayer.


-¿Qué sucede?-preguntó confundido.


-Quería almorzar contigo-dije sacando sándwich de mi bolsa.


-Espera, ¿quieres almorzar conmigo o almorzarme?-dijo pícaro.


-Cal-lo rete mientras me sonrojaba-me gustaría comerte pero nos verían-sonrió y movió la bolsa para estar más pegado a mi.


-Pues yo si quiero y no me importa el riesgo.


Se arrodilló frente a mi y me tomó firmemente de la cintura, acercó sus labios y yo acomode los míos en los suyos. Me encantaba como lograba mover toda aquella tranquila hormona en mi cuerpo, como sus manos de mi cintura subían a mis senos y como besaba mi cuello y volvía lentamente a mis labios, me mordió el labio y yo le permití a mi lengua cruzar a su boca, y al siguiente momento lo tenía sobre mi acostados en el pasto, sus manos bajaron rápidamente a mis glúteos y los apretó con firmeza, un gemido salió de mi boca mientras me seguia besando.


-Cal-susurre-para-bajo nuevamente a mi cuello y trate de girarme para salir de todo su agarre.


-¿Qué sucede linda?


-Te dije desde un comienzo que aquí no.


-Lo siento tus labios me provocaron.


-Comamos-suspire.


Rayos por segunda vez Calum había provocado el hormigueo inexplicable en mi, lo deseaba pero no debía hacer esto menos con el mejor amigo de mi ex.


"SI YA LO HICISTE UNA VEZ"-cantó mi consciencia.


En toda la semana trate de evitar un trato muy cercano con Calum, así como beso en la mejilla y quedarnos mucho tiempo a solas en lugares vacíos.



Invisible~m.c.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora