Los encontré

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La nave aún se encontraba viajando y en algún lugar del infinito Universo a millones de kilómetros de la Tierra, los guerreros se encontraban dormidos en sus habitaciones después de un arduo entrenamiento bajo la maquina de gravedad pero Kalula estaba bien despierta mirando por una ventana como si buscara alguna señal que le diera esperanza, le preocupaba el hecho que sus hermanos no estuvieran en ese planeta, que estuvieran muertos o ya capturados por Akuma y que este viaje haya sido en vano y por temor a que solo fuera una ilusión estuvo despierta pensando que todo saldrá bien.

Piccolo estaba entrenando mentalmente con su postura de meditación en un rincón, la verdad no estaba cansado como para dormir y menos en una situación como esta, en medio de aquella fase de paz sintió la presencia de la joven cerca de él ¿Qué estaría haciendo despierta a esta hora? Debería estar descansando así que por curiosidad va con ella.

-¿Despierta otra vez? – Le interrumpe sus pensamientos el namekusei

-Perdóname si interrumpí tu entrenamiento – le dijo sin voltear a verlo

-Hm... – fue la respuesta que recibió – ¿Qué tanto estas esperando? Se te nota que algo no anda bien

-No puedo mentirte, tengo un poco de miedo – voltea a verlo

-¿De que estas asustada? – preguntó Piccolo sin suavizar su usual gesto

-De que este viaje haya sido en vano – le dijo con una voz desalentadora y triste

-Si no venias ¿Cómo ibas a saber si es verdad o no? – Le cuestiono el namekusei – nunca te arrepientas de tus decisiones, cuando uno decide es porque conoce las consecuencias y esta dispuesto a aceptarlas

-He vivido toda mi vida en el infierno – le confiesa tratando de contener sus ganas de llorar – saber que me he quedado sola en este mundo, seria un golpe muy duro para mi

-Hace tres días, antes de que encontráramos a Herion, también estabas sola y sin nadie, te era suficiente tener un amigo ¿Por qué habría de ser diferente ahora? No es algo que no hayas soportado antes

-Creo que no lo entiendes – le respondió haciendo que Piccolo cambiara de gesto – tener un amigo es un regalo que no se puede envolver en papel pero no es suficiente, no para mi. Saber que las personas, que tus seres queridos que te criaron, que estuvieron ahí para ti en las buenas y en las malas, te cuidaron y protegieron durante toda su vida ya no están... es espantoso

-Tienes razón, no lo entiendo – contestó seco el guerrero – pero al menos tienes a todos en esta nave para preocuparse por ti, no es lo mismo pero es lo mas parecido que hallarás.

-Lo sé y gracias a ustedes me he vuelto mas fuerte – le dice con una diminuta sonrisa aun con una expresión triste – solo quiero saber la verdad... – de sus ojos brotaron unas cuantas lágrimas y baja su mirar para que Piccolo no se fijara en ello

Se acercó a ella suavizando su gesto de severidad

-Si te sirve de consuelo, estamos contigo – pone una mano en su hombro

-Gracias... – le dijo una vez calmada subiendo su mirada con una pequeña sonrisa – Piccolo... – comenzó a decir ella

-¿Qué pasa? – pregunta extrañado

-¿Puedo... Abrazarte? – le pregunta algo apenada desviando la mirada a un lado

Esto lo tomó por sorpresa, no sabia que responderle ni a que se debía su petición tampoco pero con el fin de no verla llorar de nuevo accedió

-Es algo que no hago a menudo – le confesó – pero esta bien, solo hazlo rápido – contestó cortante

Ella se acercó más al guerrero algo dudosa tras ver su expresión con la que la miraba, le resultaba intimidante pero mantuvo paso firme y lo abrazó colocando sus delicadas manos en los pectorales del namekusei, era tanto el temor que la invadía en ese momento que necesitaba el apoyo de una persona de confianza para sentir seguridad otra vez. Poco a poco sentía como el temor y la inseguridad se desvanecían devolviéndole una pequeña sonrisa en su rostro pero también comenzó a sentir paz interior, comodidad, quizás demasiada al abrazar a ese namekusei lo que hizo que se acurrucara mas apoyando su cabeza en su pecho quedando pegada a él.

El primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora