Mis verdaderos sentimientos (Kalula)

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Era un nuevo día en la montaña, el sol de la mañana brillaba con todo su esplendor alumbrando todo a su alrededor, el cielo estaba despejado y el viento se mecía entre los árboles lentamente en un vaivén

La joven poco a poco abrió sus orbes azules sin tener la necesidad de despedazarse. Por una extraña razón, su mente no estaba al máximo en esos momentos.

Había dormido poco pero extrañamente no se hallaba cansada, por el contrario, se encontraba con muchas emociones mezcladas.

Se levantó de su cama quitándose el cobertor de encima, se dirigió a abrir la ventana dejando entrar aquellos rayos solares entibiar su cuerpo y su cabello bailar con el viento

-Piccolo...- murmuró ella

Estaba aún alterada por lo que había sucedido con Zira, aquella extraña y misteriosa mujer poderosa que tenía una clara obsesión por ella pero fuera de eso, se sentía algo nerviosa y ansiosa, como quien espera por algo pero no se está seguro de lo que es.

Una vez arreglada, caminó silenciosamente por el pasillo, no quería despertar a nadie. Apenas podía oír el canto de las aves y al notar que los rayos solares aún no habían entrado por las ventanas entibiando la casa, dedujo que eran aproximadamente las 6:00 a.m.

Se encontraba volando lentamente sin rumbo alguno, necesitaba despejar su mente y cuando se dio cuenta, ya se encontraba en el prado, lugar donde había tenido una de las charlas más serias con el namekusei

Se sentó de golpe cerca del lago abrazando sus rodillas y con la vista perdida en el agua, su mente comenzó a recordar

"-Dime, ¿Eres... Feliz aquí?"

"-Tengo una buena vida aquí. He aprendido muchas cosas con el paso del tiempo, asi que en realidad no me hace falta nada."

"-¿Y no te sientes solo a veces?"

No le gustaba verlo solo, tal vez porque lo compadecía y sabia mas que nadie lo que era la soledad

"-Hay cosas que no entiendo, ¿Cómo es que tu y yo siempre terminamos así?"

"-No lo sé, ninguno de los dos lo planea. Creo que a veces sólo sucede..."

Es verdad, ahora que lo pensaba ¿Cómo es que siempre terminaban en situaciones poco comunes? Si bien a veces solo sucedía y no le molestaba en lo más mínimo pero... ¿Por qué siempre se tenían que dar con él?

"-Algo que tampoco entiendo es... ¿Por qué alguien como tú no me teme y no reprocha mi actitud?"

"-Bueno, no voy a negar que al principio me resultabas intimidante pero algo me decía que eras una buena persona"

"-Mientes. Ni siquiera me conocías, asi que no podías saber eso"

"-Tú tampoco me conocías, ¿Cómo supiste entonces que no tenia malas intenciones?"

"-No lo sé..."

"-¿Eh?"

"-¡Dije que no lo sé! ¡Sólo te vi ahí en la corporación cápsula y...!"

"-Esa también es mi respuesta. Con solo verte, supe que eras una buena persona..."

Pegó las rodillas a su pecho y las abrazó, recargando su barbilla en estas.

Si se ponía a pensar con detenimiento, su relación más catalítica es la que tiene con él. Pese a que sabía muy bien su carácter fuerte, serio, estricto, orgulloso, solitario y poco sociable, desconocidamente para ella, jamás le ha reprochado su actitud incluso las veces en la que la situación lo demandaba.

El primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora