La nave aterriza: el momento de la verdad

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Al día siguiente, en el templo sagrado de kami sama...

-¿Qué hará qué? —Preguntó ahogadamente Goku, abriendo los ojos con sorpresa

-Se fue a enfrentar a esos dos sola —Repitió tomando aire para poder pronunciar claramente cada palabra.

-¿De verdad ha hecho eso, Piccolo? —Preguntó Kunihiro, llevándose una mano a la cara preocupado— ¿Acaso sabe lo que le puede pasar?

-¡La matarán! —Exclamó Kojiro indignado—. ¿¡Va a pelear por algo que no tiene la culpa!?

-Hmp, vaya. No la creí tan estúpida... — masculló Vegeta ladeando la cabeza con desaprobación, cruzándose de brazos.

Piccolo asintió con pesar

-Lo sabe perfectamente y aun así, se negó a escucharme —respondió con la desesperación latente en los ojos— Ni siquiera podemos estar seguros de si ganara esa pelea, sus poderes no se comparan con los de Akuma y Zira, están más allá de nuestra imaginación- se dirigió a los familiares de esta- solo ustedes pueden detenerla

Tres de ellos miraban a Kentaro, quién tenía la mirada perdida apuntando hacia el suelo. Se había quedado con los brazos colgando en sus rodillas, en estado de shock

-¿Tiene idea de donde pudo haber ido Sr. Piccolo?—le preguntó su alumno

-No, lo siento

-Aún estamos a tiempo alcanzarla- habló esta vez el pequeño Goten

-¡Sí!- le siguió la corriente su inseparable amigo- ¡Mi mamá puede crear otra nave espacial en poco tiempo! ¿Verdad? — preguntó, mirando a su progenitora.

-Por supuesto, pero me tomara un día completo terminarlo, o dos cuando mucho- informó un tanto desalentadora

-¿Qué piensan hacer Kentaro? —el guerrero saiyajin vestido de naranja lo contemplaba serio y expectante.

Sin embargo no obtuvo respuesta. Éste apretó los dientes con fuerza y frunció el ceño.

-¡Reacciona! ¡Es tu hermana la que se encuentra en peligro! —Gritó cerrando los puños con fuerza—. ¡No es cualquier persona! ¡No hay tiempo para quedarse en shock!

Fue entonces que el arquero levantó la vista parpadeando

-No habrá caso —Dijo, enlazando las manos a la altura de su boca— Hay una probabilidad del 99% de que Kalula aceptará ir por más que le digamos que no lo haga.

Piccolo abrió la boca para luego cerrarla, sin saber muy bien que contestar. Por más que detestara admitirlo, Kentaro tenía razón. Por más que uno tuviera diez mil razones para convencer a Kalula de que no haga algo, si ella tenía tan solo una, la usaría como excusa para hacerlo.

Goku miró con rabia la rendición en sus ojos.

-¿Es que simplemente dejarás que vaya y ya? — Preguntó, frunciendo el ceño con indignación

El nameku cerró los ojos.

-Goku, ya lo escuchaste. Solo hay un 99% de probabilidad de que Kalula decida ir por más que intentemos detenerla —Dijo, alzando los brazos levemente con rendición aparente.

El peli azul, cansado de escuchar incoherencias, lo tomó por los hombros y lo sacudió

-¡Con un 1% es suficiente! —Le contestó, con la furia en sus ojos ámbar

Todos se quedaron impactados por las palabras del muchacho, al igual que Piccolo, quien lo contemplaba anonado

-Tiene razón —Asintió Kim y se giró hacia su hermano—. ¿Qué vas a hacer? El tiempo corre, y si te niegas, tomaremos cartas en el asunto.

El primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora