El secuestro

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Era un nuevo día en la montaña, el sol de la mañana brillaba con todo su esplendor iluminando todo a su alrededor, el cielo estaba despejado y el viento se mecía entre los árboles lentamente en un vaivén

La joven sintió cómo los rayos de sol se colaban por la rendija de la ventana le daban de lleno en los ojos, y poco a poco los abrió.

Se sentó en la cama y llevó ambas manos a su pecho, se sentía bien, una sensación de calidez recorría todo su cuerpo. Lucía un semblante pacífico, armonioso esbozando una sonrisa que reflejaba su paz interior

-Piccolo...- murmuró

_Flashback_

La muchacha había llegado a la capital del oeste, se sentó en la terraza de un gran edificio abrazando sus rodillas llevándolas al pecho observando algunas aves volar por los alrededores

El sol había empezado a ponerse. El día había pasado particularmente rápido para ella. Después de la discusión con Kojiro, se sentía agobiada emocionalmente y un poco agotada por haber estado volando tan rápido

-"Tal vez haya vivido toda su vida en este planeta pero nunca sentirá algo especial por alguien, su vida no es como la de un humano Kalula. Él no permanecerá en un lugar fijo, no podrá cuidarte o protegerte. La diferencia con Goku es que permanece rodeado de personas que se preocupan por él y viceversa pero Piccolo no, se mantiene alejado de todo y de todos"

Le dolía aquellas palabras, le taladraban la mente y saber que lo que decía era verdad, la hacia sentir peor. Todo sentimiento humano para ese nameku le era ajeno e indiferente pero no podía evitar lo que sentía por él...

-"Estar con él sólo te trae problemas, ¡En varias ocasiones te hizo sentir una inútil, que no valías nada!"

-Eso no es verdad...

Aquellas palabras eran más un auto convencimiento que un pensamiento. Sus ojos se entristecieron al tiempo que comenzó a torcer sus labios y arrugar con algo de fuerza sus ropas ocultando su rostro entre sus rodillas

-"¿No te das cuenta, Kalula? Piccolo no esta hecho para involucrarse con alguien. Lo único que le importa es entrenar..."

Sus lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

-Con que aquí estabas... —Dijo una voz

La peli verde alzó la vista, se giró y vio a Piccolo mirándola serio cruzado de brazos a unos cuantos metros de ella. Se limpió sus ojos pues no quería que notara sus lágrimas pero era tarde, el nameku ya se había dado cuenta

Volvió a girar su cuerpo dándole la espalda, pegó las rodillas a su pecho y las abrazó recargando su barbilla en estas. No quería que la viera asi, con sus mejillas húmedas y sus ojos enrojecidos e hinchados, tampoco quería explicar la razón de su llanto.

Piccolo avanzó hacia ella, quedándose de pie.

-¿Qué pasó?

La joven negó con la cabeza, sin voltear. Éste solo frunció el ceño y se colocó a su lado

-No volveré a repetir la pregunta- su tono de voz era severa. Ella bajó la mirada.

-"Pero claro..."- Pensó ella– "él sabe, él siempre sabe"- sabía que cuando usaba ese tono de voz tenía que responder y alzando la vista le dijo- Discuti con mi hermano, eso pasó...- suspiró

-Una ruidosa discusión- afirmó sentándose a su lado

-¿Nos escuchaste?- Ella lo miró curvando las cejas, en un gesto de pena

El primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora