Un nuevo enemigo

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Había pasado exactamente una semana en la Tierra y aún no tenían información sobre el paradero de Akuma ni de la maldición

Aquello resultaba muy extraño, todo estaba en paz y tranquilidad que creaba la ilusión que todos los acontecimientos anteriores hubieran sido solo terribles pesadillas pero aún así no debían confiarse, al más mínimo descuido ese demonio podría aparecer y atacarlos.

Tanto el namekusei como la etherion no hacían mención acerca de la cita, era un poco embarazoso y extraño hablar de ello ya que ninguno de los dos previó como iba a terminar al final. Solo fue por aquella ocasión y no existía posibilidad de que se volviera a repetir.

No había cambiado nada entre ellos, el trato seguía siendo el mismo, lo único diferente era que ahora se veían con más frecuencia que, sin darse cuenta, se había vuelto una costumbre.

-"...Usted decidirá cuándo será el momento indicado para decírselo..."

Las palabras del adolescente le llegaron súbitamente a la mente resonándole hasta llegado el punto de agobiarlo

Pensaba... ¿Debía decírselo? ¿Debía decirle que le gustaba?

Piccolo sentía que debía decirle lo que pasaba por su cabeza pero algo rechazaba la idea a su vez. No, no debía decírselo, no quería que supiese que ahora tenía ese punto débil pero algo en su interior lo estaba presionando. ¡Malditos sentimientos! ¿Porque demonios estaba empezando a sentirse de esa manera?

Todo era más fácil antes de que Kalula llegase a su vida, jamas pensó que sentiría tantas cosas por una simple mujer. Se le venían imágenes a la cabeza sobre lo que había pasado, y no podía evitar sonrojarse. La verdad es que no se arrepentía de lo que había pasado, disfrutó el paseo olvidándose, aunque fuese por unos momentos, su entrenamiento y que existía tiempo, ¿Pero como podía disfrutar de algo que no iba acorde a sus principios como guerrero? Lo hacia desconectarse mucho de su entorno y eso le preocupaba.

De cierta forma, extrañaba esos dias en los que reinaba la paz y entrenaba diariamente sin distracciones, sin sentimientos tontos agobiando su mente aunque siendo franco, si ella nunca hubiera caído accidentalmente en la Tierra se encontraría en la misma situación... Solo. Gohan lo visitaba de vez en cuando, pero no lo suficiente para no evitar sentir que le invadía la soledad.

Debía cortar de raíz, tenia que evitarla pero no podía dejar de verla, no la quería fuera de su vida tampoco... ¿Que debía hacer? ¿Por qué todo se había vuelto tan complicado?

Ese día se podía apreciar como unas luces se movían rápidamente de un lado a otro colisionando y provocando fuertes ondas expansivas causando destrozos en el lugar y los destellos de luz provenientes de los ataques de energía que realizaban.

Ella se acercó a su contrincante a una gran velocidad, levanto la rodilla y golpeo en dirección a la cabeza de su adversario, Piccolo bloqueo con el antebrazo con algo de dificultad, dio un puñetazo directo a su rostro pero él lo bloqueo con la mano y le respondió con un golpe igual que fue interceptado, chocaron con fiereza sus rodillas, el guerrero le dio un cabezazo haciéndola que se tambaleara un poco pero ésta contraataco con una patada horizontal mandando volar al guerrero provocando que se estrellara contra el suelo rocoso creando una cortina de humo; unos segundos después, volvió de un salto y los dos se miraron con una sonrisa idéntica en los labios.

Ambos chocaron con sus puños, el impacto era tan grande que creó una onda expansiva destruyendo rocas del ambiente y creando enormes fisuras en el suelo, dieron una patada chocando de nuevo, al momento de retirarla comenzaron a chocar gran velocidad de puñetazos, Piccolo con más fuerza dio un derechazo pero la Etherion se abrio de piernas de forma horizontal y bajando su cabeza logra evadirlo respondiendo con un poderoso puñetazo que le dio en el estómago levantándolo unos metros del suelo, se reincorporó dando un pequeño brinco siguiendo a su rival y le propino varios puñetazos en el abdomen y estómago, acto seguido le dio un rodillazo que lo hizo doblegar y antes de que pudiera interceptarle un codazo en dirección a la nuca, el nameku desaparece de golpe y aparece a unos cuantos metros de ella.

El primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora