El primer amor

¿Celos?

Esa misma noche en la ciudad, el darkathan caminaba lentamente entre los escombros acompañado de dos leales súbditos...

-¡Ahí está! – apuntó con el dedo uno de los soldados

-¡Mira esto! – Sorprendido – Nuestro amo tenía razón, encontramos un demonio muerto – añadió observando el cuerpo

-¿Quién pudo haberlo matado?

-Fue Kalula... – respondió serenamente Akuma mientras se acercaba – Aunque les puedo asegurar que también salió herida de esta terrible batalla – tomo con una de sus manos la cabeza de su más reciente creación – "Puedo verlo, esas marcas de garras... También puedo oler como el aroma de Kalula quedó plegado en su cuerpo..." – dijo observando con detenimiento para sus adentros y comenzó a caminar arrojando la cabeza al suelo – ¡Vámonos! – les ordenó

-¡Sí!

-"Puedo darme cuenta que el ki de Kalula ha aumentado considerablemente, eso puede traerme problemas" – dijo reflexionando un poco – "Pero también, su sangre ha cambiado... Es cierto, esa sangre no era de un etherion, más bien, era muy similar a la mía... Lo cual son buenas noticias..." – concluyó con una sonrisa satisfactoria

Al día siguiente en las montañas Paos...

Kalula se encontraba en un lugar oscuro, sombrío y lúgubre, no había imágenes ni voces solo habitaba la oscuridad y el silencio mientras flotaba en forma descendiente, luego, todo el lugar se ilumino de una potente luz blanca dejando ver una figura femenina de cabello largo

-Buen día, querida Kalula – le saludó ella

-¿Quién eres? – le preguntó la peli verde

-Fui creada únicamente para ti...

-¿Fuiste creada para mí? – repitió confundida

-Así es, solo para ti... – hace una breve pausa – Escúchame Kalula, muy pronto nos conoceremos...

Luego todo comenzó a desvanecerse y se produce una fuerte explosión de luz, mientras se encontraba con sus ojos aun cerrados podía escuchar a su alrededor como unas voces familiares hablaban entre ellos

-¿Qué debemos hacer? Esto es grave – dijo preocupado el etherion de cabello irregular

-Aun no lo sé – le respondió Kentaro – debemos hallar pronto la solución

Todos hablaban entre ellos hasta que un quejido les llamo la atención

-¡Está despertando! – dijo dichoso Kojiro

ella poco a poco comenzó a abrir sus orbes azules

-¿D-Donde...?

-¡Hermanita! ¡Despertaste! – aliviado

-¿Te encuentras bien? – le preguntó el último de ellos

-S-si... – trató de reincorporarse con la ayuda de los demás – ¿Y los muchachos? ¿Están bien?

-Ellos están bien – le dijo para tranquilizarla Kunihiro – Piccolo se encargó de traerte de vuelta a casa

-Entiendo... – suspiró aliviada

-Kalula... – comenzó a decir Kentaro – ¿Recuerdas algo de lo que paso?

-Lo único que recuerdo es que estaba luchando contra ese horrible monstruo, después me atacó y... – tratando de recordar

-¿Y? – le preguntaron inquietos

Ella bajó su mirada

- No lo sé... – murmuró ella