Lo que te escribí y nunca te dije.

Lo inexistente

¿Recuerdas que  preguntaste, que hubiera pasado si me lo hubieras dicho de frente? ¿Si hubieras dicho que te habías enamorado de mí?

Yo sólo me quedé callada. 

Por que no me gusta pensar en la posibilidad.  No quiero pensar en los:
¿Y si..?
Si yo hubiera
Si hubiéramos.
Si tan solo.

Esas son las frases más dolorosas, que pueden lastimar, y sin embargo hablan de un tiempo que nunca existió ni existirá.

Me lastima que no haya sido valiente y que haya sido una ciega. Sé que lo arruiné, que acabé con esto desde antes de que empezará. 

Pero tampoco es que hicieras gran cosa para remediarlo, creo que fuimos ambos en realidad.

Preferiste darte por vencido y tratar de sacar un clavo con otro. Buscar sosegar lo que sentías por mi. ¿Acaso pensaste que no me eras suficiente?

Sé que no te funcionó muy bien eso de querer olvidarme con alguien más.
Sé que te arrepentiste y mucho. Por que eres de esas pocas personas que sólo se entrega a quien ama. Por que eres de esos pocos hombres que aún anhelan al amor, no solo caricias vacías. 
Y tú, tú no la amas.

Pagaste caro tu error, me perdiste, perdimos nuestra oportunidad.
¿Acaso valió la pena un rato de placer?
No la querías, me quieres a mí. Me amabas a mí.

Y yo, te amé, lo hice. Pero me decepcioné.
Me dolió saber que le entregaste todo a alguien más. ¿Y por que no admitirlo?

Sentí celos, ¿puedes creerlo?estaba celosa.
Por que eras mío, y estabas dispuesto a que yo fuera la primera, y yo quería dejarte ser el primero. Aquel que es una huella indeleble. Pero ya no será así.

Pero si aún así, quieres saberlo. Si tú insistes en saber la posibilidad, lo que pudo ser.

Te lo diré.
Y te lo diré por egoísta, sera mi pequeña vendetta, por que quiero que sepas que fue lo que ambos perdimos.
Por que estas serán mis últimas palabras. Mi sentencia de muerte para lo que nunca fue. Para todos aquellos "tal vez". Para todos los "te amos" que se quedaron dentro de mí. Para acallar las voces que aún me insisten en que te ame, en que puedo seguirme aferrandome a esa posibilidad.
Pero ambos sabemos que no es así, si no pasó antes, ¿por que ahora funcionaría.
Además ya no estoy segura de querer ese amor cobarde, ese amor que no fue suficiente, para ninguno de los dos.

Yo te hubiera amado, como hace mucho no amaba a alguien. Te hubiera hecho mi refugio, mi lugar seguro. Tus brazos serían mi lugar favorito para amanecer, para perderme.

Te llenaría de besos. E incluso hubiera querido que fueras el primero. Y no sólo hablo de la intimidad. 

Si no el primero en amar de nuevo, después de aquel que amé de verdad, después de ese amor que me marcó. De aquel que dejó huella. Por que de algo estaba segura.

Tu eras el que podía competir con él. De hecho lo hiciste, me enamoré de ti.

Te hubiera hecho el amor de tantas formas.

Haciéndote poemas, escribiendo historias inspiradas en ti. Inmortalizandote con mis palabras. Dedicándote canciones.

Te hubiera compartido mis días, mis alegrías, mis penas. Mis triunfos.

Te hubiera amado como ella no lo hizo.

Hubiera desnudando mi alma, desbordando romanticismo y locura en la relación.

Te hubiera dejado entrar bajo mi piel, hacerte un hueco en mi corazón, en mi alma.

Hubieras conocido no sólo a la intelectual, a la niña bien portada.

Si no hubieras sabido de mi deseo, de mis locuras. De cada pensamiento indecoroso que pasaba por mi mente. Te hubiera dejado conocer mi lado más atrevido y erótico.

Te hubiera amado. Te hubiera dejado ser una huella imborrable en mi corazón. De esos amores que marcan toda la vida, que en cada relación, al menos en el primer beso, solo por unos instantes recuerdas a ese que amaste. A ese ser que nunca desisitirá, y cederá su lugar.

Así de grande era el sentimiento que despertaste en mi.

Hubiera aceptado pagar el precio tan grande, que sólo pagas y aceptas con los grandes amores cuando estos terminan, al menos el tiempo de vivirlos. Por que siempre permanecen como un pequeño fuego, aferrándose al poco leño que queda.

Por que amar no sólo es disfrutar. Si no dar todo de ti, lo mejor de ti; esperando que la apuesta solo te deje buenos recuerdos y te haga aprender, sin perder todo de ti.

Te hubiera dejado que me consumieras hasta las cenizas. Dejar que ese fuego me quemará, me consumiera. Esperando que ambos nos fundiéramos en uno solo. 

Pero ninguno se arriesgo. Ninguno amo demasiado. O quizás temíamos de lo que fuéramos capaces.

Al menos yo tenía miedo de lo que podría hacerte, de lo que podría ser capaz contigo.

Por que hay que aceptarlo, yo siendo tan perversa y tú más inocente que yo. Hubiéramos hecho un gran incendio. El fuego hubiera encontrado la gasolina.

Tantas cosas que quería enseñarte, y que aprendiéramos juntos.

Aunque quizás fue mejor así. 

Por que si no, nos hubiéramos consumido juntos hasta ser cenizas. Hasta no quedar nada de nosotros.

Por que cuando hay pasión y amor. Los límites se desvanecen, no hay reglas. Sólo la irracionalidad del amor. 

Y contigo era una peligrosa combinación, por que hubiera sido tu primera relación de verdad, tu primer amor.

Tenía miedo de destruirte. De que al final me amarás más que yo.

¿Que hubiera quedado de nosotros?

¿Que hubiera pasado con nosotros? Al terminar consumidos. 

Pero como bien lo dije. El hubiera no existe.

Y lo nuestro estuvo basado en eso en un tiempo imperfecto. Inexistente.

Y es que eso queda entre nosotros, y eso fue lo que siempre hubo entre nosotros.
Solo lo inexistente.